Dicen que se llama Sarah. Y que vive en EE.UU. Pero cómo fue concebida es el dato más alucinante de esta historia.
La espera para poder acceder a la unidad de reproducción asistida del Clínico de Valladolid está en un mes, lo mismo que a un tratamiento de inseminación artificial, tiempo que se eleva a un año para la fecundación in vitro, una demora que el hospital prevé reducir a diez meses a final de 2017.
Se llama Paloma y es la primera niña de España que nace sin la mutación en el gen BRCA1, el más severo relacionado con el riesgo de sufrir cáncer de mama. La predisposición de la recién nacida a padecer esta enfermedad era alto, ya que su madre, portadora de la mutación, tuvo un cáncer de mama hace cinco años. Ahora, gracias a una técnica de selección de embriones, la pequeña no tendrá que pasar por este calvario.
En un rincón de Italia vive Carmen, una niña de dos años. El nombre causa extrañeza entre sus vecinos, aunque su madre dice que, a la hora de elegirlo, se inspiró en la ópera de Bizet.
Desde hace años se sabía que la hormona de crecimiento era útil para mejorar los tratamientos de fertilidad en mujeres con una baja calidad ovárica