Para algunas parejas, la fecundación in vitro es la última opción para lograr un embarazo. Como cualquier intervención médica, tiene sus riesgos.
La fertilidad masculina ha empeorado en los últimos años, cada vez son más los hombres que acuden a la consulta afectados por un problema de esterilidad, de hecho hasta en un 35 por ciento de los casos de infertilidad en la pareja la responsabilidad recae en el hombre, según explica el doctor Gómez Sancha, del Instituto de Cirugía Urológica Avanzada.
El hecho de no tener hijos supondría un impacto emocional importante para el 69 por ciento de las mujeres y para el 60 por ciento de los hombres, un porcentaje que sube hasta el 71 por ciento para población de entre 30 y 39 años, según una encuesta realizada por la Clínica Eugin.
Desear tener un hijo y no poder alcanzar ese deseo espontáneamente es fuente de estrés, angustia y, en algunos casos, depresión.
Aproximadamente una de cada cuatro mujeres detectan una ligera pérdida de sangre ocasionada por la anidación del óvulo fecundado en la pared del útero. Es lo que se conoce como sangrado de implantación. La pérdida puede durar de uno o a tres días, suele ser más leve que el sangrado por menstruación y más oscuro. Se produce en las primeras semanas de gestación, momento en el que el útero está muy irrigado y sangra con facilidad. Al adherirse el embrión en la pared del útero se rompen pequeñas venas y arterias que irrigan normalmente el endometrio, provocando un sangrado. Esto ocurre entre […]