Mujer, blanca, heterosexual, sin hijos, con estudios universitarios y menor de 35 años. Ése sería, a grandes rasgos, el perfil de la paciente que acude en busca de alguna técnica para preservar su fertilidad antes de someterse a un tratamiento contra el cáncer que puede afectar a sus posibilidades de ser madre en el futuro.
La práctica de esta disciplina en combinación con los tratamientos médicos puede resultar una herramienta muy favorable para concebir
Dos ginecólogos y una clínica privada aceptan pagar unos 47.000 euros
Aunque no se lo crean esta es una de las conclusiones que ha revelado un estudio publicado por la revista Fertility and Sterility, que ha confirmado que usar Internet inalámbrico "disminuye significativamente la motilidad espermática".
He recibido muchos mails contándome que no sabéis de dónde sacar fuerzas para hacer un nuevo tratamiento de fertilidad, que habéis perdido la esperanza, la ilusión y hasta la sonrisa por el camino. Aunque yo ya haga años que terminé mis procesos de reproducción asistida, todavía sigo preguntándome de donde saqué fuerzas para continuar. Dándole vueltas vi cuáles fueron los tres puntales que me sostuvieron: