Una pareja decidió tener un bebé por inseminación artificial, pero ignoró cualquier oferta de destruir los embriones que tenían el gen defectuoso.
Este nacimiento demuestra que los trasplantes de útero de donantes fallecidos son factibles y pueden multiplicar el acceso a la maternidad de las mujeres con infertilidad uterina sin la necesidad de recurrir a los pocos donantes vivos. El equipo médico mira al bebé recién nacido. / HANDOUT (REUTERS) Según el estudio que publica la revista médica The Lancet, la receptora de este primer trasplante de una donante muerta es una mujer de 32 años, que nació sin útero. La donante tenía 45 años cuando murió de una hemorragia cerebral. Su útero se trasplantó en la receptora en una operación quirúrgica que duró 10 horas. Y, […]
Más de 30 años de experiencia, calidad y altas tasas de éxito avalan a este centro de fertilidad que ofrece programas con todo incluido y sin listas de espera
La Guardia Civil está investigando si la menor de corta edad mantuvo relaciones consentidas con otro niño de la misma edad
Las mujeres que se preparan para un tratamiento de fertilidad reciben series de inyecciones diarias de hormonas, que a menudo son incómodas, para hacer que sus ovarios trabajen más rápido y produzcan más óvulos. Pero una revisión de estudios sugiere que una única inyección de larga duración funcionaría igual de bien.