Entre estas dos fotos hay más de 30 años de diferencia, se trata de Louise Brown, el primer bebé probeta de la historia, nacido en la ciudad inglesa de Oldham el 25 de julio de 1978. Su concepción fue única, nunca antes se produjo así, en una placa de laboratorio, y en ella intervinieron no solo sus padres sino también el ginécologo inglés Patrick Steptoe, el embriólogo Robert G. Edwards y su equipo, que extrajeron un óvulo de la madre uniéndolo a un espermatozoide.
Para realizar un tratamiento de fecundación in vitro es necesario obtener los óvulos y los espermatozoides, los cuales se trasladarán al laboratorio de fecundación in vitro para, tras prepararlos de forma adecuada, unirlos y que se produzca la fecundación. Desgraciadamente la biología no es una ciencia exacta y el hecho de unir un espermatozoide con un óvulo no siempre da lugar a un embrión. ¿Qué fecundación deberíamos esperar tras esta unión? Según los Indicadores de calidad del laboratorio de embriología establecidos por ASEBIR (2016), la fecundación mínima esperada cuando se trata de un ovocito propio sería 58.1%, la deseada sería 63.2% y una fecundación optima sería […]
Mejoran la movilidad y la morfología del esperma, según un estudio
Las mujeres fumadoras o que han estado expuestas al humo del tabaco (lo que se conoce como tabaquismo pasivo) tienen más riesgo de padecer infertilidad y menopausia precoz.
La Coordinadora Girasol LGTB del Sur, en una campaña electoral en la que los derechos de las personas homosexuales, transexuales y bisexuales