El profundo dolor que siente una mujer tras la pérdida de un embarazo es a veces abrumador. El apoyo familiar y de los amigos cercanos en ocasiones no es apropiado. Al intentar consolar y animar hacen justo lo contrario. Un aborto espontáneo es una situación emocionalmente impactante para cualquier mujer pero se agudiza más en el entorno de la reproducción asistida. Muchas veces estos embarazos son fruto de meses o años de tratamientos de fertilidad.
Después de tres años intentando tener hijos, una pareja de Texas (Estados Unidos) ha anunciado su embarazo con un homenaje a sus problemas de fertilidad.
(lavoz.com.ar - Salud) Los 35 años de edad en la mujer conforman un límite después del cual las oportunidades de lograr un embarazo se reducen progresivamente, pero muchas parejas concurren al especialista en reproducción asistida pasados los cuarenta de ellas.
He recibido muchos mails contándome que no sabéis de dónde sacar fuerzas para hacer un nuevo tratamiento de fertilidad, que habéis perdido la esperanza, la ilusión y hasta la sonrisa por el camino. Aunque yo ya haga años que terminé mis procesos de reproducción asistida, todavía sigo preguntándome de donde saqué fuerzas para continuar. Dándole vueltas vi cuáles fueron los tres puntales que me sostuvieron:
La punción ovárica o punción folicular es una intervención quirúrgica, indolora (se realiza bajo sedación general) y que no requiere hospitalización, que forma parte del proceso de fecundación in vitro (FIV), una de las técnicas de reproducción asistidamás conocidas. La punción ovárica es una de las 4 fases de la fecundación in vitro, obteniendo los óvulos después de la estimulación ovárica para ser fecundados con espermatozoides en el laboratorio. La punción ovárica también se realiza en caso de donación de óvulos.