La madre quería contribuir en la paternidad de su hijo como madre subrogada.
¿Puede un especialista en reproducción asistida acogerse a la objeción de conciencia para no ayudar a ser madres a una pareja de lesbianas? ¿Debe un centro reproductivo apelar al (poco) dinero que se ofrece a las donantes de ovocitos para conseguir un mayor número de estas? ¿Es ético para un médico denegar a otro información sobre un paciente al que ha tratado previamente?
Dentro del gran abanico existente de métodos para la reproducción asistida podemos destacar que aquel que tiene un alto porcentaje de éxito es la ovodonación. La explicación de dicha técnica para la reproducción es sencilla, su propio nombre puede darnos una idea de en qué consiste: Es la donación de óvulos por parte de una mujer, joven y sana, a otra que no puede gestar un bebé fácilmente.
La vitrificación de óvulos es una nueva técnica de la Reproducción Asistida que permite congelar los óvulos de una mujer para que ésta los pueda utilizar el día que decida ser madre. En España ya se ha conseguido el nacimiento de varios niños con este procedimiento, que ofrece unas tasas de embarazo similares a las que se obtienen con óvulos en fresco. Su uso se irá extendiendo en un futuro por las ventajas que supone como, por ejemplo, permitir preservar la fertilidad de la mujer antes de que un tratamiento médico pueda afectar a sus óvulos o facilitar que una mujer joven pueda posponer […]
Suele ser frecuente, aunque depende de cada centro, que el día de la transferencia embrionaria los pacientes mantengan una reunión informativa con el embriólogo sobre cómo se ha desarrollado su ciclo; cómo es la calidad de sus embriones; cuál es el número de embriones idóneo para transferir en su caso; si hay embriones sobrantes, cuántos hay disponibles para criopreservar y en el caso de aquellos embriones cuyas características indiquen que no deben ser transferidos ni congelados, denominados “embriones de pobre pronóstico”, si se mantendrán en cultivo durante unos días para seguir su evolución. Explicar la calidad embrionaria a los pacientes no es […]