Vivimos en una sociedad cuya máxima es la rapidez. Comemos rápido, trabajamos deprisa y, en consecuencia, dedicamos poco a tiempo a pensar. La inmediatez que demandamos en todos los aspectos de la vida nos ha convertido en seres genéticamente impacientes. De hecho, un estudio británico ha revelado que, de media, no nos gusta esperar más de ocho minutos antes de perder los nervios.
La actividad dentro de los óvulos fertilizados podría ofrecer pistas sobre su éxito reproductivo, este descubrimiento tiene posibles implicaciones para el éxito.
La endometriosis es una enfermedad frecuente, en la mayoría de ocasiones de difícil diagnóstico y muy relacionada con infertilidad.
¿Es posible que la madre modifique la genética embrionaria, aunque su hijo provenga de un ovocito o embrión donado, es decir, que no sea genéticamente suyo? La clínica de fertilidad URH García del Real nos responde:
CREA, centro médico de reproducción asistida de Valencia, celebrara el próximo viernes día 20 una jornada abierta a profesionales relacionados con la medicina reproductiva,