El grupo hospitalario destaca el abordaje multidisciplinar de sus procesos reproductivos
La campaña de vacunación contra la gripe que se pone en marcha estos días hace que aquellas mujeres que no están embarazas en este momento, pero que prevén estarlo en un breve periodo de tiempo, más si van realizarse un tratamiento de reproducción asistida, duden sobre la conveniencia de vacunarse.
Marian Cisterna, autora del libro “No tires la toalla. Hazte un bonito turbante“, es de esas mujeres que ante la adversidad se crece. Tras un aborto de tres meses de gestación y una esclerosis múltiple detectada, tiene que abandonar la idea de ser madre. Lo que en un principio parece un retroceso en su vida, termina siendo un baluarte para poder ayudar a otras mujeres en tratamientos de #reproducciónasistida e infertilidad.
Después de todo el proceso de estimulación ovárica, recuperación de los óvulos y fertilización de los mismos, se finaliza el ciclo de Fecundación In Vitro (FIV) con la colocación del embrión o embriones dentro del útero. Es lo que llamamos transferencia embrionaria.
Lo básico para que exista el embarazo es que se produzca la fecundación de un ovocito por parte del espermatozoide.