Cada vez es más posible conservar la fertilidad de una mujer congelando durante años tejido de sus ovarios e implantándolo después para lograr un embarazo.
Un equipo de Holanda halló que cuando una pareja no puede concebir porque el hombre tiene subfertilidad inexplicable o leve, el uso de un ciclo de fertilización in vitro (FIV) sería tan efectivo como tres ciclos de inseminación intrauterina (IIU).
Los médicos advirtieron a la madre de que el embarazo podría ser peligroso para ella y el futuro bebé, ya que Wang fue diagnosticada con diabetes mellitus gestacional y otros problemas de salud. Foto: Archivo Shutterstock
Una de las preocupaciones frecuentes que se plantean al inicio de un tratamiento de reproducción asistida es cómo compaginarlo con el trabajo. Lo cierto es que, salvo el día de la punción folicular, se puede mantener la actividad laboral con total normalidad. La fecundación in vitro es una técnica prácticamente indolora y que, en principio, no requiere que la paciente se ausente mucho tiempo de su trabajo, salvo algunas citas médicas: visitas al ginecólogo, analíticas, ecografías o pruebas médica.
Donar semen es un acto desinteresado que puede ayudar a las mujeres y a las parejas con problemas de fertilidad a lograr el tan ansiado embarazo.