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El ciclo menstrual de la mujer conlleva muchos cambios en el organismo y uno de ellos está relacionado con el moco cervical, un indicador de la fertilidad femenina. El moco cervical, a diferencia del flujo vaginal (producido por las glándulas vaginales), es segregado por el cuello del útero y ejerce una importante función en el proceso de la concepción.
Una de las frases del entorno cercano, a las parejas que están realizando algún tipo de tratamiento de reproducción asistida, que más sensación de incomprensión puede generar, es sin duda ésta:“tranquilízate, no pienses en ello y verás cómo te quedas embarazada…”
(lavoz.com.ar - Salud) Los 35 años de edad en la mujer conforman un límite después del cual las oportunidades de lograr un embarazo se reducen progresivamente, pero muchas parejas concurren al especialista en reproducción asistida pasados los cuarenta de ellas.
"La fecundación in vitro en 2016 no tiene casi nada que ver con los resultados que teníamos en la década de los 80, del siglo pasado. En aquella época las tasas de embarazo no superaban el 10%. En estos últimos 25 o 30 años hemos ganado en simplificación del tratamiento y aumento de su eficiencia".