El mundo de hoy se ha convertido en un lugar lleno de egoísmo, donde no vemos más allá de nuestras narices.
Después de todo el proceso de estimulación ovárica, recuperación de los óvulos y fertilización de los mismos, se finaliza el ciclo de Fecundación In Vitro (FIV) con la colocación del embrión o embriones dentro del útero. Es lo que llamamos transferencia embrionaria.
Recientemente, hablando con Cristina Enjuto, terapeuta Gestalt y Master en PNL (Programación Neurolingüística), vimos la oportunidad de que nos contara en primera persona sobre su experiencia como moderadora de grupos de apoyo, en este caso, habiendo organizado un grupo de apoyo enfocado hacia las personas que están inmersas en procesos de infertilidad. Nos contó muchas cosas que creemos que os pueden animar a participar en grupos de apoyo, como ayuda extra: son lugares en los que poder estar en contacto con otros que están pasando por algo parecido a nosotros y donde poder encontrar una familia.
La pareja perseguía el sueño de la paternidad desde que se casó en 1979
Después de la transferencia embrionaria se inicia un período de unas dos semanas antes del test de embarazo en el que pueden aparecer síntomas de la implantación embrionaria. Los síntomas que pueden darse son variados, pero el hecho de no tenerlos no implica que no haya habido implantación. Es frecuente que durante estos días, se esté pendiente de los signos que envía el cuerpo en busca de algún indicio de embarazo. En este artículo repasamos cuales son los síntomas que pueden producirse y qué recomendaciones seguir