Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Málaga (UMA) pone de manifiesto la relación existente entre los niveles de serotonina en la mujer, hormona vinculada al estado de ánimo, el sueño o el apetito, y la posibilidad de que un proceso de fecundación in vitro (FIV) culmine con éxito.
Una de las causas de infertilidad femenina son las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y por eso es fundamental detectar su aparición a través de revisiones ginecológicas periódicas. Citologías, mamografías y ecografías vaginales o de mama se han convertido también en las principales armas de lucha contra el cáncer.
El resultado definitivo siempre se conocerá gracias a una ecografía, pero existen algunos síntomas que pueden darnos alguna pista.
Afortunadamente, ni las muertes de madres gestantes ni las fetales son algo frecuente, al menos en los países desarrollados. Pero las pocas que se dan suelen tener un responsable: un trastorno denominado preeclampsia, que está detrás 5% de las muertes fetales y del 46% de los fallecimientos entre las mujeres embarazadas.
Aunque los expertos afirman que tiene más probabilidades de éxito que de fracaso, hay que valorar algunos factores