Para que la implantación del embrión sea posible y se produzca de forma eficaz permitiendo el embarazo, es necesario que el endometrio adquiera un grosor adecuado
El hombre es una mujer que está registrada oficialmente como varón tras su cambio de sexo. Quedó embarazado gracias a la inseminación artificial.
Tanto si eres una mujer treintañera como una pareja que lleva saliendo unos cuantos años, lo más seguro es que, al menos una vez a la semana, alguien venga y pregunte: "Bueno, ¿cuándo vas a tener un bebé?" En fin… Sin embargo, mientras que la mayoría de nosotros simplemente nos dedicamos a brindar una sonrisa falsa y ponerles verdes después en privado, una mujer decidió tomar cartas en el asunto y pararles los pies a esos fisgones entrometidos.
Un cuento que ayudará a acercar a nuestra sociedad la reproducción asistida de manera natural, que ayudará a que nuestro entorno pueda empatizar con las personas que sufren problemas reproductivos sea por el motivo que sea.
EL TRATAMIENTO En la primera visita comprobamos el buen estado de salud de la mujer para poder llevar el embarazo. Realizamos una revisión ginecológica (la mujer puede aportarla de su ginecólogo) y se asignan los embriones. Posteriormente se realiza una ecografía y una prueba del catéter (indolora) con el que se transferirán los embriones a través del cuello del útero. Se indica el tratamiento a seguir y se elige conjuntamente la fecha de descongelación y transferencia embrionaria. La preparación del útero para recibir los embriones se lleva a cabo mediante unos parches que se aplican en la piel y unos comprimidos vaginales. […]