Tengo muchas amigas que no quieren ser madres. Escucho a las que sí quieren serlo, sus lamentos, y no puedo evitar sentir que nos han arrebatado espacios de control de nuestras vidas "Siempre he pensado en ser madre por mi cuenta, con inseminación artificial. Lo haría ya, este año mismo. Lo haría si tuviese un sueldo decente y un contrato decente", dice Ángela, a punto de cumplir 30 años "La mayoría de mujeres están concentradas en puestos inseguros, a tiempo parcial o de falsas autónomas, lo que incentiva a no quedarse embarazadas para conservar el trabajo", apunta la politóloga Sílvia Claveria
Una de las frases del entorno cercano, a las parejas que están realizando algún tipo de tratamiento de reproducción asistida, que más sensación de incomprensión puede generar, es sin duda ésta:“tranquilízate, no pienses en ello y verás cómo te quedas embarazada…”
¿Hasta dónde conoce nuestro entorno por lo que estamos pasando? Como hablamos siempre, la infertilidad es una enfermedad con orígenes muy dispares; para determinar las causas de la misma, nos sometemos a una incesante espiral de pruebas para encontrar la mejor solución y poder dar la bienvenida a nuestro tan deseado hijo.
La directora de la Organización Mundial Método de la Ovaluación Billings (WOOMB), Marian Corkill, destaco que dicho método sirve para aquellas mujeres que aún no quieren ser madres o posponer su embarazo.
La demanda de óvulos para tratamientos de fecundación in vitro casi se ha multiplicado por 10 en una década en España. El retraso en la maternidad aumenta las dificultades para concebir debido a los problemas relacionados con la edad, como la baja reserva ovárica. La preservación de la fertilidad mediante la vitrificación de óvulos gana terreno en las nuevas generaciones que toman conciencia sobre los límites de la edad.