Recientemente, en El Programa de Ana Rosa Quintana se ha presentado, en su espacio Plataforma Solidaria, el caso de una pareja, Gema y David, que han intentado, en reiteradas ocasiones y en diversos centros, conseguir un hijo. Tras varios intentos su embarazo nunca llegó a ser realidad y casi habían desistido de realizar otro tratamiento no solo por la presión psicológica: la economía se enfrentaba a su deseo de ser padres.
Tener un hijo no es una tarea fácil cuando hay problemas de fertilidad en cualquiera de los dos miembros de la pareja. Existen distintas causas de infertilidad; tanto orgánicas como psicológicas. Hoy en día se acepta que muchos de estos problemas tienen una causa subyacente psicológica, que incluso hasta puede producir disfunciones orgánicas.
Puedes ser donante si eres una mujer sana de entre 18 y 34 años y pasas el reconocimiento médico de nuestro centro. La donante de óvulos se tiene que someter a un chequeo médico y ginecológico completo que además de garantizar su estado de salud, le permite, además, tener información concreta sobre su estado físico y analítico que puede serle de gran ayuda en un futuro.
“Mi niño”, “Mi chiquitín”, “Carlitos”, “Anita”…cualquier nombre cariñoso es válido para denominar aquello que tanto amor despierta en el interior de una mujer; su hijo. Para una embarazada, su bebé será único durante toda la gestación, sin embargo, estamos acostumbrados a escuchar palabras como zigoto, embrión o feto para referirse al futuro recién nacido y en muchas ocasiones, se generan dudas acerca de éstos conceptos.
La historia de la reproducción asistida se remonta a más de 70 años atrás, cuando comenzaron los estudios que llevaron al nacimiento de los primeros niños por medio de estas técnicas. En esta entrada vamos a hacer un repaso por los episodios más relevantes de esta fascinante aventura.