Alrededor del 15-17% de las parejas españolas en edad reproductiva tienen problemas para concebir. Las causas son muchas, desde algunos hábitos relacionados con el estilo de vida actual (retraso de la maternidad, tabaquismo o estrés), hasta un origen físico, pasando por problemas funcionales u hormonales en uno o ambos miembros de la pareja. De estos últimos, el factor ovulatorio es la una de las causas más frecuentes de infertilidad femenina, ya que afecta al 25% de las parejas.
El 6 de marzo de 2009 la presentadora Raquel Sánchez Silva acudió a la clínica IVI de Madrid en busca de respuestas sobre la reproducción asistida. No encontró lo que esperaba: el doctor Juancho García Velasco le dijo que a sus 37 años sus posibilidades de ser madre se reducían drásticamente. Aún así, decidió seguir aplazándolo. Cinco años después, el resultado de aquella primera consulta ha fructificado en dos partos: el de sus gemelos Mateo y Bruno y el de su tercer libro 'Tengo los óvulos contados', en el que ayuda a desmitificar estos procesos con un único fin: dotar de información a las pacientes para evitar el dolor de la desilusión ante la aplastante realidad.
El seminograma o espermiograma sirve para examinar la fertilidad masculina a través de un análisis de semen. Se realiza tanto para analizar el semen de donantes como el de pacientes que se someten a una técnica de reproducción asistida.
Ser padres se ha convertido en el sueño de muchas parejas. Pero no siempre se cumple cuando uno más lo desea. ¿Qué ocurre? ¿Por qué, en determinados casos, se retrasa la llegada del ansiado bebé?
La escritora Belle Boggs publica El arte de no desesperar cuando no estás esperando, un ensayo autobiográfico en el que trata temas aún tabú, como la reproducción asistida y sus costes o el duelo no reconocido "Parece menos célebre escribir sobre la reproducción que sobre la guerra, lo que refuerza la idea de que la menstruación, el embarazo, la fertilidad y el parto se sobrellevan adecuadamente en silencio", dice "Los foros de Internet son muy útiles, pero pueden aumentar la ansiedad. Para mí, lo más útil fue asistir a un grupo de apoyo y encontrar mujeres con las que podía hablar cara a cara", dice sobre su propia experiencia de infertilidad