Para aumentar las probabilidades de embarazo tras un ciclo de FIV, debemos contar con un número adecuado de embriones de buena calidad para ser transferidos.
La Inseminación Artificial y la Fecundación in Vitro (de ahora en adelante FIV) son dos de las técnicas de Reproducción Asistida más utilizadas para ayudar a mujeres y parejas con problemas de fertilidad a ser padres Con ambos tratamientos de fertilidad, las posibilidades de éxito de un embarazo pueden aumentar significativamente respecto a un embarazo natural. Aun así, existen algunas diferencias entre la Inseminación Artificial y la Fecundación in Vitro que debemos tener muy en cuenta, sobretodo antes de empezar cualquiera de estos tratamientos de fertilidad.
Usted y su pareja han estado tratando de concebir un bebé por meses sin lograr su tan ansiado anhelo. Todos los meses sucede lo mismo: usted se esperanza, y luego de realizar una prueba de embarazo casera se siente frustrada al ver que la misma arroja un resultado negativo, o cuando vuelve a tener su período. Además deberá tener en cuenta que las probabilidades de quedar embarazada en un mes determinado son apenas del 20% para las parejas más fértiles; por lo que ese dato no le ofrece ninguna clase de seguridad ni esperanza. Usted descubrirá que a medida que pasen los meses se irá sintiendo más y más depresiva.
• Los expertos advierten de que las dietas milagro y la práctica de ejercicio extremo puede afectar la capacidad fértil de hombres y mujeres • “Un balance energético negativo influye en el equilibrio hormonal, esencial para la ovulación”, según la Dra. Victoria Verdú. • Una pérdida de peso del 10-15% de forma drástica puede provocar amenorrea.
La congelación de embriones mediante vitrificación, nos permite su criopreservación en óptimas condiciones para poder contar con ellos en futuras transferencias y conseguir el embarazo.