El síndrome de ovarios poliquísticos es una alteración hormonal definida como una disfunción ovulatoria causada por una hiperandrogenemia, es decir, por un exceso de hormonas masculinas, y afecta aproximadamente a un 10% de las mujeres. Está estrechamente relacionado con la infertilidad femenina y, por eso, aunque no es imposible, quedar embarazada con ovarios poliquísticos es difícil para algunas mujeres.
Los tratamientos de reproducción asistida (T.R.A.) son en general procedimientos de bajo riesgo. Algunas de las complicaciones pueden ser controlables si se modula la intensidad de la estimulación ovárica efectuada o si se reduce el número de embriones a transferir (en una FIV). Otras, como el embarazo ectópico y el aborto, dependen de factores muy poco controlables.
Cuando una muestra de semen criopreservada para un tratamiento de fertilización abandona el frío, no todos los espermatozoides pueden sobrevivir a temperatura ambiente.
Desear tener un hijo y no poder alcanzar ese deseo espontáneamente es fuente de estrés, angustia y, en algunos casos, depresión.
Los estrógenos, que son unas hormonas presentes en el ciclo menstrual, cumplen un papel fundamental para que la transferencia embrionaria se realice de la manera adecuada y, de esta forma, aumenten las posibilidades de conseguir el embarazo.