El Instituto Murciano de Fertilidad ofrece tratamientos personalizados para pacientes con realidades familiares diversas
A Pedro, su semen le da "vidilla". Tiene 26 años y es electricista, pero lleva en el paro un año y medio, lo que le obliga a seguir viviendo en la casa de sus padres. Donar su esperma es la única solución que ha encontrado para poder cubrir sus gastos. "Llevo buscando trabajo casi 600 días y es muy frustrante porque te sientes un inútil. Así por lo menos ayudo a gente que no puede tener hijos, saco un sueldillo y me da algo de vidilla", explica, reacio a decir exactamente de dónde es ("una ciudad de Aragón", zanja) y a dar su verdadero nombre. "Mis padres no saben que dono semen y de mis amigos sólo se lo he dicho a algunos. No sé cómo se lo tomarían", se excusa.
- Los padres llevaban años intentando tener hijos - Implantaron un embrión en la madre de ella
Desear tener un hijo y no poder alcanzar ese deseo espontáneamente es fuente de estrés, angustia y, en algunos casos, depresión.
El trabajo de IVI acerca de un nuevo receptor de la progesterona se alza con el premio más prestigioso otorgado por la SRI