Yang, una mujer china de 46 años, ha podido tener un segundo hijo después de quedar embarazada de un embrión congelado que estuvo almacenado durante 16 años en un hospital de Guangzhou, provincia de Guangdong.
Gracias a un tubo de silicona que se ajusta en función de la altura del usuario, el denominado «extractor automático de esperma» comienza a funcionar.
Ainhoa y Francisco Manuel han sido siempre su deseo. Hace dos meses que vinieron al mundo quedando atrás más de una década de pruebas, embarazos que no salían adelante y una intervención quirúrgica. Sigue sin creerse que su sueño sea una realidad.
Varios expertos en fertilidad y representantes de las sociedades científicas más importantes en el ámbito de la reproducción se reunieron el pasado miércoles en Barcelona con el objetivo de elaborar una guía de protocolos médicos para la aplicación del tratamiento de preservación de la fertilidad.
Todo medicamento tomado en el embarazo tiene un efecto en el desarrollo del bebé