En la clínica IREMA estamos a la vanguardia en lo referente a técnicas de reproducción asistida. De esta forma, conseguimos unos mejores resultados en nuestros tratamientos en el menor tiempo posible, evitando las situaciones de estrés y ansiedad que suelen acompañar a las parejas en estas circunstancias.
La última noticia relacionada con la reproducción humana se ha producido en un hospital maternal de Moscú: tres niños y una niña han nacido tres años después de la muerte de su padre.
Ayer por la tarde mi ginecólogo me dijo que debía acudir a una clínica de fertilidad, pues era muy probable que para poder tener hijos debiera realizar un tratamiento de reproducción asistida.
En los últimos años los ginecólogos que nos dedicamos a la reproducción asistida estamos cada vez más familiarizados con el uso de fármacos anticoagulantes (HEPARINAS) que recetamos a algunas mujeres cuando realizan nuestros tratamientos.
Para realizar un tratamiento de fecundación in vitro es necesario obtener los óvulos y los espermatozoides, los cuales se trasladarán al laboratorio de fecundación in vitro para, tras prepararlos de forma adecuada, unirlos y que se produzca la fecundación. Desgraciadamente la biología no es una ciencia exacta y el hecho de unir un espermatozoide con un óvulo no siempre da lugar a un embrión. ¿Qué fecundación deberíamos esperar tras esta unión? Según los Indicadores de calidad del laboratorio de embriología establecidos por ASEBIR (2016), la fecundación mínima esperada cuando se trata de un ovocito propio sería 58.1%, la deseada sería 63.2% y una fecundación optima sería […]