Entre estas dos fotos hay más de 30 años de diferencia, se trata de Louise Brown, el primer bebé probeta de la historia, nacido en la ciudad inglesa de Oldham el 25 de julio de 1978. Su concepción fue única, nunca antes se produjo así, en una placa de laboratorio, y en ella intervinieron no solo sus padres sino también el ginécologo inglés Patrick Steptoe, el embriólogo Robert G. Edwards y su equipo, que extrajeron un óvulo de la madre uniéndolo a un espermatozoide.
Un defecto durante la división celular en los óvulos antes de su fecundación sería la causa de la progresiva disminución de la capacidad para concebir, según un estudio.
El mundo contemporáneo presenta distintas alternativas en el ámbito de la salud y la reproducción.
Es frecuente escuchar la expresión “bebé a la carta” ahora que la genética y el ADN están de moda, para hacer referencia a la posibilidad de “diseñar” un bebé, aunque todavía no es técnicamente posible. Es un tema muy delicado y sensible. Pareciera que en este mundo interdependiente y moderno que estamos viviendo tener un bebé sería similar a ir a un restaurant y pedirle al mozo un bife de costilla “a punto” con papas fritas y una copa de vino tinto. Algo similar a: “Quiero una hija de 1.83 metros, cabello marrón, ojos marrones, simpática, con gran inteligencia emocional, […]
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