La transferencia embrionaria es el último paso en el proceso de fecundación in vitro (FIV) y, por tanto, es uno de los más importantes en el proceso de reproducción asistida. Consiste en depositar los embriones de forma precisa y cuidada en el interior del útero, facilitando su implantación y el éxito del embarazo.
4 de mayo, Día de la Madre. Una de cada cuatro españolas desearía tener un hijo en los próximos años.‘Quédate Embarazada’, la primera aplicación móvil creada por especialistas para ayudar a cumplir el deseo de ser madre.
El 6 de marzo de 2009 la presentadora Raquel Sánchez Silva acudió a la clínica IVI de Madrid en busca de respuestas sobre la reproducción asistida. No encontró lo que esperaba: el doctor Juancho García Velasco le dijo que a sus 37 años sus posibilidades de ser madre se reducían drásticamente. Aún así, decidió seguir aplazándolo. Cinco años después, el resultado de aquella primera consulta ha fructificado en dos partos: el de sus gemelos Mateo y Bruno y el de su tercer libro 'Tengo los óvulos contados', en el que ayuda a desmitificar estos procesos con un único fin: dotar de información a las pacientes para evitar el dolor de la desilusión ante la aplastante realidad.
El aparato, llamado EVATAR, está formado por varios compartimentos que reproducen los ovarios, las trompas de falopio, el útero, el cérvix y la vagina
Aunque generalmente en nuestro país se admite que en los primeros tres ciclos de fecundación in vitro se concentra la mayoría de las posibilidades de embarazo, no existe un consenso en el límite de intentos de FIV-ICSI entre los especialistas de reproducción asistida a nivel mundial, y un reciente estudio en Reino Unido plantea no limitar en 3 o 4 el número de intentos ya que sigue habiendo opciones después. Aumentar el número de intentos aumenta las posibilidades acumuladas, aunque el porcentaje de éxito que se añade a medida que se suman los ciclos es cada vez menor. No es que la tasa de éxito de cada intento vaya aumentando, sino que crece la tasa de éxito acumulado.