Entre estas dos fotos hay más de 30 años de diferencia, se trata de Louise Brown, el primer bebé probeta de la historia, nacido en la ciudad inglesa de Oldham el 25 de julio de 1978. Su concepción fue única, nunca antes se produjo así, en una placa de laboratorio, y en ella intervinieron no solo sus padres sino también el ginécologo inglés Patrick Steptoe, el embriólogo Robert G. Edwards y su equipo, que extrajeron un óvulo de la madre uniéndolo a un espermatozoide.
Cada vez es más posible conservar la fertilidad de una mujer congelando durante años tejido de sus ovarios e implantándolo después para lograr un embarazo.
Por el Dr. Antonio Urries, jefe de la unidad de reproducción asistida de Hospital Quirónsalud Zaragoza
Ser madre es en muchas ocasiones una tarea complicada en la que solamente la ilusión por traer al mundo una nueva vida anima a muchas mujeres a seguir adelante.
"La fecundación in vitro en 2016 no tiene casi nada que ver con los resultados que teníamos en la década de los 80, del siglo pasado. En aquella época las tasas de embarazo no superaban el 10%. En estos últimos 25 o 30 años hemos ganado en simplificación del tratamiento y aumento de su eficiencia".