A Pedro, su semen le da "vidilla". Tiene 26 años y es electricista, pero lleva en el paro un año y medio, lo que le obliga a seguir viviendo en la casa de sus padres. Donar su esperma es la única solución que ha encontrado para poder cubrir sus gastos. "Llevo buscando trabajo casi 600 días y es muy frustrante porque te sientes un inútil. Así por lo menos ayudo a gente que no puede tener hijos, saco un sueldillo y me da algo de vidilla", explica, reacio a decir exactamente de dónde es ("una ciudad de Aragón", zanja) y a dar su verdadero nombre. "Mis padres no saben que dono semen y de mis amigos sólo se lo he dicho a algunos. No sé cómo se lo tomarían", se excusa.
La concentración de espermatozoides han disminuido en los jóvenes del sureste en la última década hasta un 38%, más entre los habitantes de la Región
Aumenta el número de mujeres que recurren a la vitrificación de óvulos para resguardar su fertilidad y ser madres cuando hayan alcanzados sus objetivos profesionales, superado una enfermedad o cuando realmente estén preparadas.
Varios expertos en fertilidad y representantes de las sociedades científicas más importantes en el ámbito de la reproducción se reunieron el pasado miércoles en Barcelona con el objetivo de elaborar una guía de protocolos médicos para la aplicación del tratamiento de preservación de la fertilidad.
La endometriosis es una enfermedad frecuente, en la mayoría de ocasiones de difícil diagnóstico y muy relacionada con infertilidad.