Tengo muchas amigas que no quieren ser madres. Escucho a las que sí quieren serlo, sus lamentos, y no puedo evitar sentir que nos han arrebatado espacios de control de nuestras vidas "Siempre he pensado en ser madre por mi cuenta, con inseminación artificial. Lo haría ya, este año mismo. Lo haría si tuviese un sueldo decente y un contrato decente", dice Ángela, a punto de cumplir 30 años "La mayoría de mujeres están concentradas en puestos inseguros, a tiempo parcial o de falsas autónomas, lo que incentiva a no quedarse embarazadas para conservar el trabajo", apunta la politóloga Sílvia Claveria
Lorena fue el primer nacimiento por fecundación in vitro de la provincia De pequeña se sentía "rarita" y ahora, "orgullosa" de la lucha de sus padres por la decisión de tenerla
Las mujeres que se preparan para un tratamiento de fertilidad reciben series de inyecciones diarias de hormonas, que a menudo son incómodas, para hacer que sus ovarios trabajen más rápido y produzcan más óvulos. Pero una revisión de estudios sugiere que una única inyección de larga duración funcionaría igual de bien.
Mujeres a las que llamarán en julio de 2016 tienen iniciadas las pruebas desde enero de 2014
Una de las preocupaciones frecuentes que se plantean al inicio de un tratamiento de reproducción asistida es cómo compaginarlo con el trabajo. Lo cierto es que, salvo el día de la punción folicular, se puede mantener la actividad laboral con total normalidad. La fecundación in vitro es una técnica prácticamente indolora y que, en principio, no requiere que la paciente se ausente mucho tiempo de su trabajo, salvo algunas citas médicas: visitas al ginecólogo, analíticas, ecografías o pruebas médica.