A Pedro, su semen le da "vidilla". Tiene 26 años y es electricista, pero lleva en el paro un año y medio, lo que le obliga a seguir viviendo en la casa de sus padres. Donar su esperma es la única solución que ha encontrado para poder cubrir sus gastos. "Llevo buscando trabajo casi 600 días y es muy frustrante porque te sientes un inútil. Así por lo menos ayudo a gente que no puede tener hijos, saco un sueldillo y me da algo de vidilla", explica, reacio a decir exactamente de dónde es ("una ciudad de Aragón", zanja) y a dar su verdadero nombre. "Mis padres no saben que dono semen y de mis amigos sólo se lo he dicho a algunos. No sé cómo se lo tomarían", se excusa.
Ella es una de los estimados 30.000 – 60.000 niños concebidos cada año en los Estados Unidos a través de la donación de esperma. Ella misma es una ex donante de óvulos; Alana es ahora una fuerte crítica de la práctica.
El diagnóstico de infertilidad suele suponer un duro golpe. El miedo y la ansiedad tienen un papel muy importante.
Fomentar una cultura de paz desde el ámbito escolar es de gran importancia para reflexionar y hacer frente a las grandes tormentas que azotan a diferentes sociedades en el mundo
Una tarjeta codificada permitirá hacer un seguimiento continuo de cada paciente y de sus muestras, aumentando la seguridad del paciente. Garantizar la certeza en los tratamientos es clave para que los pacientes se sientan seguros y haya más posibilidad de éxito. En caso de un improbable fallo, un sistema de alarmas alerta de la no correspondencia de códigos antes de que se produzca un error irreversible