La ovodonación ha permitido que mujeres con graves problemas de fertilidad puedan formar una familia.
Llega un momento en la vida de toda mujer en el que deseamos ser madres, buscar en la sonrisa de un bebé eso que nos falta para sentirnos completas, pero aunque para algunas sea fácil concebir, para otras no es así, y tienen que enfrentarse a tratamientos de fertilidad que puede representar una gran carga emocional y psicológica.
Las probabilidades de éxito de embarazo de una mujer a través de la fecundación in vitro (FIV) podrían predecirse mediante la concentración de una hormona en el cabello.
Todo lo que le habían dicho sobre la maternidad y el reloj biológico, por fin en entredicho gracias a los últimos estudios.
Cuando una pareja inicia un tratamiento de reproducción asistida – TRA – se suele acarrear ya un historial amplio de emociones que influyen en la forma de enfrentar el proceso. Sentimientos de frustración, fracaso, baja autoestima, estrés emocional, ansiedad y depresión pueden afectar a la relación de pareja durante el proceso. Mantener el estado emocional de la pareja es fundamental para que el tratamiento de reproducción asistida tenga éxito y por eso, vamos a repasar en este post los problemas que pueden surgir y cómo afrontarlos.