Natalia y Diego buscaron un hijo durante cuatro años. Pasaron por diferentes médicos, terapias y una montaña rusa de emociones. Hoy, son una familia de tres, y cuentan cómo atravesaron cada etapa de este proceso.
Detectando si el embrión está o no afectado de una enfermedad hereditaria logramos asegurar una descendencia sana y acabar con la transmisión de la enfermedad a futuras generaciones
Cuando ya te has decidido que tu vida y la de tu pareja están listas para concebir un bebé, se abre un abanico de posibilidades en el que, o te quedas embarazada de repente y cuando menos te lo esperas, o el camino empieza a verse un poco largo cuando pasa el tiempo y nada sucede. Cuando os hablé de los test de ovulación y mi experiencia con ellos os conté que mi caso fue el segundo y que, a pesar de que finalmente ocurrió de forma natural, sí que alcancé a practicarme algunos análisis de fertilidad. Uno de ellos fue la histerosalpingografía, tan desconocido […]
Una de las primeras parejas con las que trabajé cuando estaba haciendo mi maestría me enseñó mucho acerca de la infertilidad y de cómo esta afecta el matrimonio. Por supuesto, cuando se presentaron en la clínica no venían por ese motivo, es más, ni siquiera se mencionó la infertilidad sino hasta mucho después, cuando se hizo obvio que lo que estábamos haciendo no funcionaba. Tenían mucho conflicto y ya no sabían que hacer. Después de investigar y darme cuenta que la esposa era infértil, concluí que esa era la raíz del problema y que habíamos estado trabajando en cosas secundarias […]
La pequeña fue concebida por una «madre de alquiler» que se saltó el «pacto» al que habían llegado