Casi la mitad de las mujeres que asegura haber tratado de quedar embarazada por lo menos durante un año, logró tener un bebé sin ayuda médica. Esa tasa de embarazo es apenas más baja que la de las mujeres que no pueden concebir y optan por el tratamiento hormonal o por fertilización in vitro (FIV).
Cuando se planea tener un hijo es un gran momento de emoción y entusiasmo, pero hay casos en los que por más veces que se intenta, no se logra la tan anhelada meta. En momentos así la pareja se siente confundida y buscan información por todos los medios posibles, incluyendo aquellos que no son expertos en el tema. Este artículo se hace con la intención de informar con claridad sobre los dos problemas que pueden afectar la llegada del tan esperado bebé. Estos son: la infertilidad y la esterilidad. También se ahondará en el punto de determinar cuáles son las diferencias entre ambos.
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