Alrededor del 15-17% de las parejas españolas en edad reproductiva tienen problemas para concebir. Las causas son muchas, desde algunos hábitos relacionados con el estilo de vida actual (retraso de la maternidad, tabaquismo o estrés), hasta un origen físico, pasando por problemas funcionales u hormonales en uno o ambos miembros de la pareja. De estos últimos, el factor ovulatorio es la una de las causas más frecuentes de infertilidad femenina, ya que afecta al 25% de las parejas.
Un ensayo clínico liderado por los doctores Cesar Díaz y Alicia Marzal, del grupo de investigación de Medicina Reproductiva del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe), ha demostrado el éxito de un tratamiento para mejorar las tasas de embarazo en tratamientos de fecundación in vitro en mujeres con baja respuesta a la estimulación ovárica, según ha informado el centro hospitalario en un comunicado.
La comunicación entre los dos miembros es esencial para seguir adelante, así como no descuidar la vida individual y en pareja
Cada año miles de mujeres en España se ponen en manos de especialistas para que las ayuden a conseguir un embarazo. Entonces descubren las falsas leyendas que rodean un tema que condiciona sus vidas. Esta es la asignatura pendiente de las españolas: aprender cómo y cuándo pueden ser madres más allá de sus deseos. Los expertos lo aclaran. “Desde niñas nos enseñan a prevenir los embarazos pero no nos dicen nada sobre cómo conseguir convertirnos en madres”. La doctora Fulvia Mancini, ginecóloga de las clínicas Eva, ha llegado a esta conclusión tras comprobar como muchas de las mujeres que acuden a su […]
En la segunda revisión supimos que no había latido. Que el poco espacio que ocupaba aquel ratón que estaba gestando y al que ya le había escrito un cuento debía haber muerto un par de semanas antes Ayunas, legrado, reposo, silencio y un cuerpo que se ensancha y vuelve a su sitio a una velocidad abrumadora. A la cabeza le cuesta más. La obsesión por la idea de volver a quedarme preñada me inmovilizó Cuando supe que estaba embarazada de nuevo lo anulé todo. Me volví loca con la alimentación, con la limpieza del frigorífico y de la cocina, con las horas de sueño, con los posibles esfuerzos que no debía hacer