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¿Cómo influyen las valoraciones personales en un diagnóstico de infertilidad?



Las valoraciones personales son las creencias, pensamientos y sentimientos acerca de uno mismo (autoconcepto). No tiene que ver con nuestro aspecto físico, ni con nuestras pertenencias, ni siquiera con lo que aparentamos ser o tener. Se trata de una valoración de nosotros por lo que somos a nivel personal.

El grado de afectación emocional de una persona por el diagnóstico de infertilidad dependerá en gran medida del concepto que posea de sí mismo y de las estrategias de afrontamiento que posea, junto a factores externos, como el apoyo social, situación económica, estado de su relación de pareja, etc.

En este primer instante algunas personas dejan de confiar en su capacidad para poder manejar las demandas de la situación de forma efectiva y comienzan aparecer los estados emocionales negativos, en forma de ansiedad, depresión y desesperanza. Esto es debido a que los sentimientos de valía personal se tambalean al descubrir, que no se puede conseguir un objetivo que se consideraba controlable e importante para sus intereses personales, el poder ser padres.

Cuando una persona reacciona de esta manera es común que ponga en marcha estrategias inadecuadas de afrontamiento, como la evitación y la falta de aceptación del problema. Estas reacciones conllevan aumentar el grado de malestar, puesto que estas estrategias se sitúan en dirección contraria a las metas personales que se pretende conseguir. Se trata de intentos de control inefectivos que pueden provocar a su vez más problemas.

Las estrategias de afrontamiento más adecuadas tras conocer el diagnóstico de infertilidad serían en un primer instante tratar de abandonar  la constante lucha por no aceptar el problema, tratando de hacerle frente y buscando alternativas que ayuden a solucionarlo. Por otra parte hay que seguir creyendo en nuestra propia valía personal, superando las emociones negativas y sentimientos de inferioridad que puedan surgir ya que cada persona es única e irrepetible y la infertilidad ha de vivirse como algo que por si mismo no es controlable.

Una vez asumido el problema es el momento de realizar una nueva comprensión de la situación y explorar nuevas perspectivas, tomar decisiones, negociar y buscar significados para poder ejercer de nuevo el control.  Se trata de un momento muy importante puesto que el conocimiento y aceptación del problema conlleva establecer la solución más adecuada y comienza a desarrollarse de nuevo la confianza en uno mismo. Es el momento de ver la situación como una oportunidad para el crecimiento personal.