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Las pruebas más importantes para saber el problema de esterilidad en la pareja



Cómo norma general y de manera orientativa podemos hablar de esterilidad en aquellas parejas en las que no se consigue un embarazo tras un año de coitos sin utilizar métodos anticonceptivos.

 

Se estima que entre un diez y un veinte por ciento de las parejas que desean descendencia sufren un problema de esterilidad y pueden beneficiarse de los actuales tratamientos de reproducción asistida para conseguir el embarazo.

 

Las pruebas diagnósticas a las que se someterá a la pareja tienen como objetivo evaluar el estado funcional y anatómico del sistema reproductor de ambos y permitirán orientarles hacia las técnicas de reproducción asistida más idóneas para alcanzar el deseado final: “niño sano en casa”.

 

El primer paso para alcanzar un diagnóstico correcto es la elaboración de la HISTORIA CLÍNICA: edad de ambos, antecedentes familiares, médicos y quirúrgicos, consumo de medicamentos o sustancias tóxicas, existencia de embarazos previos y/o abortos, enfermedades hereditarias…todo ello ayudará a establecer la dirección del tratamiento.

 

También serán necesarias PRUEBAS ANALÍTICAS para determinar diferentes parámetros: Grupo y Factor RH, bioquímica, hemograma, coagulación, serologías para descartar enfermedades infecciosas, cariotipo en caso de tratamientos de FIV o ICSI…

 

Además de estas pruebas generales la pareja habrá de realizarse también

  • Revisión ginecológica
  • Analítica hormonal en la mujer. Consiste en la extracción de sangre en los primeros días del ciclo (generalmente en el tercero) y permiten evaluar la actividad de la hipófisis y del ovario.
  • Ecografía transvaginal: para evaluar tanto la morfología del útero y de los ovarios como la reserva ovárica.
  • Seminograma, también llamado espermiograma. Se trata de la evaluación de diferentes parámetros seminales como la cantidad de espermatozoides por mililitro de muestra,  su movilidad o morfología. Se trata de una prueba relativamente sencilla y que aporta mucha información sobre la capacidad fecundante. Una prueba complementaria al seminograma es el REM (recuperación de espermatozoides móviles) que nos indica en que tratamientos sería más conveniente utilizar esa muestra.

Hasta aquí el estudio básico o inicial que nos aportará información muy importante sobre el estado de salud reproductiva de la pareja y que revelará o no la necesidad de llevar a cabo pruebas adicionales como podrían ser exámenes bacteriológicos o FISH de espermatozoides en el varón, histeroscopias, salpingografías, etc.