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¿Cuándo se recurre a la FIV con ICSI?



La inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) es un tipo de fecundación in vitro que consiste en introducir artificialmente un espermatozoide en un óvulo por medio de una microinyección.

Es un método de reproducción asistida al que recurren varios hombres y mujeres que tienen dificultades para procrear un hijo.

Es diferente a la FIV convencional. En esta se deja que los espermatozoides traten de fecundar al óvulo como ocurre en las relaciones sexuales.

Problemas de fertilidad en hombres y mujeres

Alteraciones genéticas, diversas enfermedades y ciertos tratamientos médicos (como la radioterapia o la quimioterapia) pueden afectar la capacidad para engendrar. Veamos cuáles son las más comunes.

Ausencia de gametos por obstrucción o anticoncepción

Cuando los gametos masculinos no están presentes en la eyaculación, se dice que el paciente sufre de azoospermia. Esta es del tipo obstructiva cuando un bloqueo en el conducto deferente impide el paso de las células masculinas desde los testículos hasta la uretra. La vasectomía también puede ser la causa de la ausencia de espermatozoides. Las mujeres, por su parte, pueden tener una obstrucción en las trompas de Falopio o haber sido sometidas a un procedimiento anticonceptivo (como la salpingoclasia o la ligadura de trompas) que impida la fecundación.

Baja concentración de espermatozoides u óvulos

Por lo general, un mililitro de semen contiene quince millones de gametos.

Si la cifra es mucho menor, se considera de mala calidad y las probabilidades de lograr un embarazo natural se reducen considerablemente.

Dicho padecimiento se conoce como oligozoospermia. Por otro lado, las mujeres pueden tener una baja reserva ovárica debido a su edad o a determinadas patologías.

Mala movilidad de las células masculinas

El diseño de los gametos sanos les permite nadar por sí solos y en una sola dirección a fin de encontrarse con el óvulo. Sin embargo, los de algunos hombres tienen una disfunción que afecta su movilidad. Un paciente es diagnosticado con astenospermia cuando más de la tercera parte de sus espermatozoides presenta un comportamiento errático que le impide desplazarse de forma continua hacia adelante o cuando más del sesenta por ciento son incapaces de moverse.

Alteraciones fisiológicas en los gametos

En algunos casos, una muestra de semen puede revelar que la mayor parte de las células reproductivas de un varón tienen una alteración en su morfología. Es una clase de infertilidad denominada teratozoospermia. Un espermatozoide con deformidades en la cabeza, el cuello o la cola tendrá problemas para llegar hasta el óvulo.

Ahora bien, los problemas fisiológicos más comunes en los óvulos son el engrosamiento excesivo (mayor a quince micrómetros) de la zona pelúcida, que puede impedir la liberación del embrión y ocasionar su muerte unos dos días después de su fecundación. Otra alteración frecuente, especialmente en mujeres que superan los cuarenta años, es la mala calidad ovocitaria. Se presenta cuando a la mayor parte de los óvulos le faltan cromosomas o estos resultan incapaces de combinarse con los de los espermatozoides. Además, los gametos femeninos de baja calidad suelen carecer de la energía que se necesita para las rápidas divisiones que ocurren a partir de la concepción.

Varones seropositivos

La ICSI es el método ideal para los varones infectados con el VIH. Durante el procedimiento, los espermatozoides sanos son aislados de los demás elementos del semen. A continuación, se analizan para comprobar la presencia del virus.

¿FIV convencional o FIV ICSI? ¿Cuál elegir?

Los espermatozoides pueden obtenerse por medio de la eyaculación, por aspiración del epidídimo o por biopsia texticular. Los óvulos, en cambio, se consiguen a través de la punción ovárica. Una vez extraídos, se pueden analizar y determinar cuál método es el más conveniente para su fecundación: FIV convencional o FIV con ICSI.

Cabe señalar que, gracias a la FIV con ICSI, es posible escoger los mejores óvulos y espermatozoides y asegurar su unión. Por consiguiente, ninguno de los escenarios antes mencionados no deberían suponer un obstáculo insalvable para todos aquellos que sueñan con tener un hijo.