Azoospermia – Mi historia

Hola, empecé a leer este foro hace casi 3 años pero nunca me había dado de alta para escribir. Ahora, por fin,  estoy lista para contar mi historia y espero que pueda ser de ayuda a los demás, como lo fue para mi en su día, leer las experiencias de otras personas. Leer historias parecidas a lo que uno mismo está viviendo es de mucho consuelo. El problema y la tristeza no desaparecen de un plumazo, ni mucho menos, pero en mi caso me hizo sentir menos sola y menos “bicho raro”…. Por cierto, en este mensaje que os dejo, cuando hablando de los sentimientos y de lo que nos ha pasado hablo en primera persona singular, en realidad hablo por parte de los dos, de mi marido y de mi.
Yo ahora tengo 34 años y mi marido 37.

En el verano de 2006 llegamos a la conclusión de que era hora de hacer frente a la realidad y hacer pruebas…..debido a que no me quedaba embarazada ni pa’ atrás!! La verdad es que cuando se llega a este punto, se sabe que puede haber algún problema, pero en el fondo se piensa que seguramente van a decir que no pasa nada, que todo está bien y que solo es un problema de stress, etc….. nadie está preparado o se espera recibir una hostia tan grande como la de comprobar que el diagnostico es Azoospermia, es decir ausencia total de espermatozoides… que es lo que nos pasó a nosotros. Es una noticia que al principio es imposible de asimilar….te quedas como …” que no puede ser”. Dios, que sensación más devastadora. Nunca vas a poder tener a una personita que tenga un pedacito de cada uno de los dos. Además intentas no derrumbarte para que tu marido no se sienta aun más culpable, porque aunque la culpa no sea absolutamente de nadie, es el sentimiento que él tiene. Mi marido es muy fuerte, pero en esta ocasión lloró. Ha sido la única vez en más de 10 años juntos. Aun así llevó todo el asunto mejor que yo. Cada vez que pensaba en ello me saltaban las lagrimas. Han sido muchos llanto, muchos.
Quizás pecamos de ingenuos, porque mi marido de pequeñito tuvo un linfoma y le sometieron a quimioterapia y radioterapia. Supuestamente cuando le radiaron le pusieron protecciones, pero al parecer la culpable del desastre fue la quimio. Todo hay que decirlo, lo de la azoospermia fue un golpe durísimo pero al menos conocemos la causa y sobre todo, hoy en día mi marido está vivo y está bien.
Bueno pues, una vez asimilada la noticia…por así decirlo, yo me orienté en seguida hacia la adopción pero mi marido no. Él fue quien quiso a toda costa intentar el camino de la reproducción asistida. A mi eso da la fecundación en vitro -encima con semen de donante- me había parecido siempre surrealista, ciencia ficción total. Pero de repente ese mundo surrealista me tocó de cerca con todo su realismo.
Después de pasar por una biopsia testicular (…por si podía haber células precursoras de los espermatozoides….más ciencia y ficción todavía, en mi opinión) que resultó ser negativa y por más pruebas por mi parte, para asegurarnos de que efectivamente yo estaba “bien”, mi marido me convenció para recorrer el camino de la reproducción asistida con semen de donante. Cada vez que lo pienso admiro su fortaleza.
El siempre ha querido que el niñ@ al menos fuera biológicamente mío. Así que en junio de 2007 empezamos el tratamiento en IVI Madrid.
Entre Junio y Diciembre de 2007 pasamos por 4 IAD (inseminaciones artificiales con semen de donante)….las 4 negativas. Encima mis cuñados se casaron y volvieron del viaje de novios embarazados. Noticias como esa son como jarrones de agua fría, pero hay que ser capaces de alegrarte por ellos. Lo pasamos muy mal. Además entras en una dinámica en la que ya no crees que sea posible un maldito positivo. Y las esperas entre la inseminación y el día de la beta se hacen eternas e insoportables. Es un camino muy duro, pero mi marido y yo hemos estado en todo momento muy unidos y totalmente compenetrados.
En Febrero de 2008 hicimos nuestro primer intento de FIV-ICSI. Me sacaron 5 óvulos, de los cuales pudieron fecundar solo 2. Me metieron los 2. Tres o cuatro días (ahora no recuerdo exactamente) antes de la beta “tenía” que bajarme la warry pero no me vino. Aun así tenía los típicos dolores de regla. No nos pudimos aguantar e hicimos un test casero. Tenía muchísimo miedo a otra terrible decepción, pero al mismo tiempo la regla no me había venido y eso no me pasaba nunca. Hicimos el test a primera hora de la mañana, todavía con las persianas bajadas. Nos llevamos el disgusto del siglo porque vimos una sola maldita raya en la semioscuridad. Pero cuando subí las persianas noté que había otra línea, eso sí, finísima casi invisible …de hecho mi marido no quería que me hiciera ilusiones. Total que por fin llegó el día de la beta y si, no me lo podía creer, el resultado era positivo!!! Que sensación más increíble!!! Lo malo es que en seguida te invade un nuevo sentimiento de angustia y de miedo a que el embarazo no vaya bien. De hecho empecé a manchar…..por teléfono me dijeron que seguramente era debido a la implantación. Cuando fui a la consulta pudimos comprobar que de los dos embriones había cuajado uno solo, pero estaba bien. Lo malo es que tenía un hematoma, con lo cual me mandaron 3 semanas de reposo absoluto por amenaza de aborto.
Después de eso, todo fue estupendamente. Tuve un embarazo buenísimo y en Noviembre de 2008 nació nuestro chiquitín.

Cada vez que lo miramos no nos lo podemos creer. Es un niño guapísimo y buenísimo. Todos los esfuerzos y todas las lagrimas merecieron la pena, sin duda. Es asombroso como un ser tan pequeñito que hace nada no existía llegue a ser el centro de tu universo.
Mi marido está encantado! El niño se parece mucho a mi, pero aunque parezca mentira, tiene también rasgos o detalles que parecen de mi marido….quizás uno ve lo que quiere ver, pero de verdad hay algo del niño que sí recuerda mucho a mi marido.
EL parto fue por cesárea, así que tenemos que esperar un añito…además queremos disfrutar un poco de nuestro pequeñin, pero en cuanto podamos vamos a ir a por un hermanit@!!

En una situación como esta solo queda una duda existencial: decírselo o no al niño. Esto ya es una decisión muy personal. Quizás tendría derecho a saberlo, pero a la vez, para mi y mi marido es NUESTRO en todo y por todo.
Además de nosotros, también conocen la verdad nuestros padres y hermanos y dos amigos muy muy íntimos. Nadie más.

Así que espero que mi historia sea de ayuda o consuelo para alguien. Desde aquí mando a tod@s mucho animo. ¡Que sigáis luchando! Merece la pena!!!