Mala experiencia en IVI Vigo

Queremos compartir nuestra experiencia en el IVI de Vigo, para quienes estéis valorando acudir a alguno de estos centros para un tratamiento de reproducción asistida con el ánimo de que pueda ser de utilidad a alguien.

En primer lugar, hemos de decir que son muy impuntuales con las horas de las citas… nunca nos han hecho esperar menos media hora, esto nos ha llamado especialmente la atención teniendo en cuenta los precios de los tratamientos.

La sensación que dan es de peseteros. A posteriori, las recepcionistas en minifalda y maquilladas como puertas, nos han parecido azafatas o vendedoras de cualquier tienda. Cuando en otros lugares nos hemos encontrado auxiliares de clínica o enfermeras, con su
uniforme de trabajo, y con una mínima capacidad de decisión, sin tener que descolgar el teléfono para consultar a los ginecólogos.
Matizando tal sensación, parece como que alguien ha encontrado la gallina de los huevos de oro, montando clínicas de este tipo, tipo franquicia, no para ayudar a las parejas en la situación tan desesperada que solemos encontrarnos, sino para ganar un dineral a costa de jugar con un tema tan sensible y delicado. Si sale bien, pues mejor para ti, si no te ofrecen repetirlo abonando otro tanto de lo ya cobrado, eso sí.

La sensación y el trato son completamente fríos e impersonales. Son meros técnicos que practican medicina defensiva, en nuestro caso, sobremedicando, tanto en el tratamiento de estimulación hormonal como en la anestesia para las intervenciones… se percibe mucho blindaje en este sentido.

El contrato que te hacen firmar tan pronto te decides es leonino… ya que estás pagando un precio cerrado por un conjunto de servicios que quizá no vayas a necesitar, por ejemplo, una mujer que tras la estimulación no presente una buena respuesta ovárica y no lleguen ni a hacer la punción… ¿es normal que le cobren todo el ciclo de tratamiento.. por ejemplo, punción ovárica o transferencia del embrión? Hemos visto después que no, que lo normal es que se abone la diferencia de los procesos que no se han realizado.

Pautan pruebas y etapas del tratamiento, sin ningún ojo clínico ni individualizar en absoluto el tratamiento, tienen un tratamiento estándar y es el que aplican en todos los casos. Por ejemplo, por edad materna, no nos dieron opción a no realizar a los embriones un DGP (Diagnóstigo genético Preimplantacional). Este tratamiento de los genetistas, aumenta la minuta entre 2500 y 3000 Euros, y no está indicado de rutina como aquí lo realizan si la mujer tiene 38 años… después nos hemos informado de que en casos donde el número de embriones es escaso la mejor opción puede ser no realizarlo y que sea la propia naturaleza la que haga su trabajo de selección natural… ya que lo más probable es que un embrión sano dé lugar a un embarazo y uno anómalo o no implante tras la transferencia o se interrumpa a las pocas semanas.. igual que ocurriría en un embrión fecundado de forma natural. De todas
formas, esto debería ser una decisión personal y no una imposición de los protocolos de trabajo del centro.

Parecen estar muy sometidos a un protocolo, que suponemos común a las otras clínicas que tienen por España. El material clínico, el laboratorio genético, van a ser siempre los mismos.
Otras clínicas, más pequeñas, son más flexibles, contratando análisis a quien les conviene, ajustando mucho más los precios y la relación coste/beneficio de realizar algunos tratamientos… en el caso de la genética, mes a mes hay nuevos avances que pueden aplicarse.

En nuestro caso, nos vendieron el FIV con DGP (FIV plus le llaman) sin darnos opción a no realizarlo, y el resultado no fue el esperado. En lugar de adelantarnos la consulta, nos dieron la mala noticia por teléfono, y además demorando la llamada más de lo necesario, esto nos pareció una falta de tacto tan grande, de verdad que no dábamos crédito… hubiera costado tan poco adelantarnos la cita para comunicarnos el resultado en persona… y ya el colmo de la inhumanidad fue que, en la misma llamada, nos hablaron maravillas de la ovodonación, que con un óvulo joven, el porcentaje de éxito aumenta tanto que prácticamente nos garantizaban el embarazo, eso sí, abonando otros tantos miles de euros… hablan de miles de euros como si los llevásemos en el bolsillo a hacer la compra, pues quizá sean nuestros ahorros de varios años.

Hemos tenido la sensación de que nos han estafado, habiendo abonado unos 8000 Euros en total… mucho más caro que en otras clínicas de fertilidad, que hemos visitado después, y el trato humano nos ha parecido bastante deficiente.
Una vergüenza que se comercie de esta manera, no ya solo con la salud, sino con las ilusiones y las expectativas de las personas en unos momentos en los que se encuentran tan vulnerables.
Hemos visitado y realizado consultas en otra clínica, y afortunadamente nos hemos encontrado a unos estupendos profesionales con vocación y con el trato humano que tanto habíamos echado en falta hasta ahora. Aquí nos han explicado, por ejemplo, que el DGP no está indicado indiscriminadamente, en parejas que disponen de embriones contados no compensa realizarlo ya que se pueden estar descartando embriones viables que darían lugar a embarazos y bebés sanos. Esto es debido a que ahora se sabe que los embriones pueden no tener una dotación cromosómica homogénea, y las células que se extraigan de la zona externa no siempre que son representativas de todo el embrión.
Las conclusiones del DGP tienen carencias, hay informes de otros laboratorios donde se califican las anomalías, en este caso desconocíamos si eran graves, generalizados en todas las células analizadas, o casos aislados, mosaicismos, que no tienen una importancia vital.
Está claro que no todo es blanco y negro, existen muchos tonos de grises.

En definitiva, esta franquicia de “clínicas” nos parecen un absoluto negocio, donde la finalidad principal es obtener el mayor beneficio económico posible y blindarse a nivel legal ante cualquier posible inconveniente o reclamación… en nuestra opinión basada en nuestra experiencia personal esta manera de trabajar, además de conllevar un desgaste enorme a todos los niveles puede dar al traste con la última posibilidad que puede tener una pareja de tener descendencia.
Habríamos agradecido enormente que alguien nos hubiera advertido antes de realizar aquí un tratamiento, nos habríamos ahorrado disgustos y sinsabores además de mucho dinero y la sensación de haber sido estafados.