Al fin soy mamá. No perdais la esperanza

Quizá la mayoría de vosotras no me conozcais, llevo mucho tiempo sin entrar en el foro, decidí alejarme y vivir esto sin presiones, cada negativo tanto vuestro como mío era un palo tremendo. De hecho decidimos no decir ni a la familia que volvíamos a la lucha.
Os resumo un poco, 12 años buscando bebés,  con los tratamientos me quedaba embarazada pero los perdía. Estaba desesperada con tanto aborto y aunque no quería tenía que ir asumiendo que este sueño no se iba a cumplir nunca. Fuimos a Barcelona a la clínica quirón, a valencia al ivi, allí donde me decían que había buenos medicos, allá ibamos.
Un día mi marido me dijo, no podemos gastar más. Porqué no nos apuntamos a La Paz?? Así lo hicimos, la lista de espera larga, pero al final nos llamaron. Directamente fuimos a FIV. El año pasado me hicieron una, me quedé embarazada, quedaron 2 embriones más para congelar. A las pocas semanas lo mismo. No le latía el corazón, asi que legrado.
Una de las doctoras me dijo que era muy raro, que todo estaba bien, me quedaba embarazada pero lo perdía, alguna razón tenía que haber. Decidió hacerme las pruebas de coagulación y de tiroides. Salió superalterado el tiroides, eutirox y cuando estuviera preparada iríamos a por los congelados. Se portaron muy bien, porque no tenía ganas de volver a por los conges y no me metieron presión de ningún tipo, todo lo contrario.
En Enero de este año me hicieron la transfer de mis esquimalitos, uno se había parado pero el otro me dijeron que tenía muy buena pinta. Y tan buena!! me quedé embarazada, ahí ya empezaron otra vez los miedos. Sobre todo cuando en la primera eco me dijeron que se había dividido y teníamos gemelos!!!. Dios que nervios, no os lo podeis imaginar.
Ahí ya me dijeron que en el 14% de los gemelos se podía dar el STFF (Sindrome de transfusion fetofetal) bastante peligroso. Pensé, con la suerte que tenemos nos toca. Efectivamente, nos tocó. A la semana 16 se manifestó. Pero gracias a las ecos semanales y a los neonatologos de la paz, decidieron no operar, porque podía perderlos, y esperar a la semana 21 que se corrige. Les hicimos caso y seguimos adelante. Pero no queda ahí, pasadas las 26 semanas se dio un CIR selectivo en uno de los bebés. Uno crece bien pero el otro lleva un retraso de crecimiento. Controlando que le llegara bien sangre a todos los órganos, llegamos a la semana 33+5 que decidieron hacerme cesarea de urgencia al ver en el mas pequeñito que ya tenía sangre en los riñones.
De susto en susto y sin saber que pasaría hasta el momento del parto.
LLegó el día, y nacieron mis pequeños. El grandote con 1,960gr y el pequeño con 1,400gr. La alegría mas grande despues de una cesarea horrible fue cuando me los enseñaron deprisa y corriendo porque tenían que controlar que todo estaba bien. Y lo estaba.
Mis pequeños nacieron llorando, no lo olvidaré en la vida. Todo estaba bien. En cuanto el peque hizo pis, desapareció la sangre.
Y después de días de incubadora llegaron a casa. Y ahora sí, somos una familia. Lo que creíamos que nunca llegaría, llegó, y por partida doble.
Poco a poco están cogiendo peso, de salud están fenomenal y despues de estos años, de la lucha, del embarazo tan malo y la cesarea aun peor tengo a mis chiquitines en casa.
Nos pasamos las horas mirandolos, sin creer que están aqui.
Solo me queda dar las gracias al equipo de alto riesgo de la paz, sin ellos mi sueño no sería una realidad.
No perdais la esperanza. Todo llega. Muchísimo ánimo a las que estáis en la lucha.