Me quedan pocas fuerzas

Me quedan pocas fuerzas para seguir, cada día que pasa tengo más dudas en si este camino que he elegido es el mejor.

Estos son mis antecedentes: dos depresiones endógenas diagnosticadas y tratadas por un psiquiatra y hasta entonces algún “bajón” por el que no fui a médicos. La segunda depresión fue después del ectópico pero el psiquiatra me dijo que la tensión vivida pudo ayudar pero no fue la causa.

En 2003 tuve una niña y desde la visita al psiquiatra a los pocos días de nacer (por el miedo a la depresión post-parto) hasta hoy no he dejado de ir a revisión por el miedo que tengo a volver a caer enferma y desatender a mi hija. De vez en cuando he necesitado unos meses de medicación y no he llegado a caer en una depresión como las anteriores. He tenido crisis de ansiedad y bajones más o menos fuertes, pero he estado controlada de cerca. No me puedo permitir el lujo de estar enferma ahora, pues hay alguien que necesita que esté ahí.

Siempre hemos querido que mi hija tuviera hermanos y lo hemos intentado durante mucho tiempo hasta que llegamos a reproducción asistida. La familia no nos ha apoyado mucho, más bien han estado en contra desde el principio. La IA que hicimos en julio no les gustó mucho, pero lo que les ha “preocupado” ha sido la FIV de la que todavía no tenemos el resultado.

Yo sé por qué es … me tienen miedo a mí, a mi recaida y no hacen otra cosa que repetirme que piense en mi hija que la tengo que atender y que en este momento es ella quien me necesita, sin embargo lo he hablado con el psiquiatra y él me insiste que siga adelante con mis ilusiones, que sepa que es un tratamiento muy duro y que lo voy a pasar mal y que no deje de pensar en todo momento lo difícil que es que tenga un positivo. Dice que si no lo intento a la larga lo pasaré peor.

La verdad es que he tenido suerte con el psiquiatra porque cada visita dura una hora y hago psicoterapia. Ahora cuento los días para la próxima visita porque aun me queda un mes.

Toda la teoría la sé, ahora gracias a Dios llevo unos meses sin tomar nada (llevaba el Lexatín en el bolso para emergencias, pero no lo llegué a usar) pero esto ha sido duro. No contaba con complicaciones en el tratamiento, más bien juraba y perjuraba a la familia  que era imposible que las hubiera, pero las tuve en la punción (hemorragia, infección y también hiperestimulación) y desde entonces estoy fatal físicamente y llena de dolores … en todo este tiempo sólo he ido dos veces a buscar a la niña al cole y el resto del tiempo lo ha pasado con su padre y los abuelos.

Ahora quedan dos días para la beta y estoy fatal, física y psicológicamente, no tengo ninguna ilusión, supongo que por evitar sentirme peor cuando tenga el negativo, y paso el día llorando. La relación con mi marido tampoco pasa por el mejor momento, discutimos por todo

No se si soy egoísta … quiero seguir intentándolo pero cada día que pasa estoy más hundida ¿merece la pena caer enferma? ¿y si todos tenían razón? ¿y si al final sólo voy a conseguir faltarle a mi hija?

Tengo la cabeza hecha un lío, necesito consejo,

Gracias