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¿En qué casos se recomienda una inseminación artificial?



La inseminación artificial (IA) es una tecnología de reproducción asistida económica y relativamente sencilla. Suele ocurrir cuando resulta difícil llegar al útero de forma natural. Sin embargo, el embarazo no siempre es posible con este método, ya que se deben cumplir varios requisitos importantes.

Por este motivo, muchas personas se interesan por saber cuándo se realizará la inseminación artificial. La IA conyugal o la IA de donante están indicadas según el problema de infertilidad y la condición de cada paciente. En este artículo te explicaremos detalladamente en qué condiciones se recomienda cada tipo de inseminación artificial.

El éxito de la inseminación artificial depende de la determinación precisa del momento en el que los espermatozoides se depositan en el suelo de la cavidad uterina. Si los espermatozoides llegan al lugar del óvulo demasiado rápido, no podrán fertilizar el óvulo cuando llegue.

Asimismo, si los espermatozoides llegan al óvulo mucho después de la ovulación, la fecundación no se debe a un cambio en el gameto femenino. Por todos estos motivos, los especialistas pueden realizar un estrecho seguimiento de las pacientes durante la inseminación artificial para determinar el mejor momento para la inseminación.

¿Cuándo se realiza la inseminación intrauterina?

Actualmente está indicada como tratamiento para una amplia gama de diagnósticos, pero los diagnósticos más comunes y extendidos son:

Infertilidad masculina

En aproximadamente el 40% de los casos de infertilidad, el problema se produce en el miembro masculino de la pareja.

Dependiendo de cada caso, el especialista podrá recomendarte IAC o IAD, teniendo en cuenta si hay cambios en la morfología, la calidad del esperma y los millones de espermatozoides activos disponibles (se necesitan al menos 2 millones).

Depende de la situación, pero en general se recomienda la IAC (inseminación artificial conyugal) si la morfología no cambia, la calidad de los espermatozoides es buena y el número de espermatozoides activos es superior a 2 millones.

La inseminación artificial de donante (IAD) se recomienda cuando se producen cambios morfológicos, cuando no hay suficientes espermatozoides activos o cuando la calidad de los espermatozoides es muy baja.

Lo único que las parejas deben tener en cuenta es que, si eligen otros métodos de reproducción asistida, como la FIV con donante de esperma , el esperma utilizado durante la fecundación no pertenecerá al padre biológico del futuro hijo.

Infertilidad femenina

Existen condiciones y patologías del aparato reproductor femenino que pueden causar problemas durante el embarazo, como problemas cervicales, cambios en la estructura del cuello uterino, cambios en el moco cervical, cambios en el ciclo ovulatorio, etc.

En tales casos, la inseminación artificial puede ser recomendada por un especialista tras un estudio detallado del problema.

Infertilidad de origen desconocido

Este indicador es el más contradictorio. Porque si no se encuentran cambios tras realizar estudios básicos sobre infertilidad femenina y masculina, el resultado de la IA en estos pacientes es muy bajo y claramente superado por la fecundación in vitro o FIV.

Disfunción eréctil

La calidad del esperma es buena, pero la disfunción eréctil dificulta llegar al destino. En estos casos es muy recomendable la IAC o inseminación artificial.

Asimismo, la inseminación artificial con semen de donante anónimo está indicada en los siguientes casos:

  • Parejas con azoospermia (deficiencia de espermatozoides).
  • Cambios genéticos en hombres que no pueden realizar una fecundación in vitro debido al diagnóstico genético del embrión.
  • Una mujer que no tiene pareja femenina ni pareja masculina.

Actualmente, la tasa de embarazo para la inseminación artificial con semen de pareja es del 19,6% por ciclo, y para el semen de donante, es de casi el 27%. Si la fecundación no se produce tras el cuarto intento, se requieren otros métodos de reproducción asistida.