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Aumentan las donaciones de semen y óvulos en Aragón



La reproducción asistida en la comunidad aragonesa, y en general en todo el país, está cambiando con el paso de los años. Desde el perfil del donante, al del receptor, pasando por la regulación estatal, hasta el volumen de intervenciones y donaciones.

Uno de los principales cambios radica en el perfil de los beneficiarios. En la donación de esperma, Antonio Urries, director de la Unidad de Reproducción Asistida de la Clínica Quirón de Zaragoza, asegura que los receptores “más habituales ahora son mujeres sin pareja o lesbianas”, que buscan en la inseminación artificial la mejor vía para ser madres.

Los avances médicos han conseguido que los casos de azoospermia (ausencia total de espermatozoides en un varón) sean “muy escasos”, por lo que las parejas formadas por un hombre y una mujer rara vez deben recurrir a un banco de semen.

El año pasado, solo en la Quirón de Zaragoza (existen otros centros, como la clínica Aísa o el centro IVI), se realizaron más de cien ciclos de inseminación artificial proveniente de sus reservas de esperma. Unas reservas que ya superan la demanda. “Es cierto, tenemos más donantes de los necesarios”, reconoce el doctor Urries, quien señala que “tanto la recogida como su almacenaje es muy sencillo.

Compensación regulada por ley

Además, la donación de esperma conlleva una compensación económica, marcada por la ley de 2006 que regula este tema, de unos 50 euros. Una realidad que no pasa desapercibida para muchos aragoneses, sobre todo jóvenes con necesidades económicas, que ven en esta vía una pequeña fuente de ingresos.

En todo caso, todos los donantes deben superar varias pruebas y requisitos para conseguirlo, relativos a su edad y su salud, entre otros.

Caso distinto es de la donación de óvulos. En este caso la compensación llega hasta los 900 euros, pero el proceso es mucho más largo y exigente. Por eso, “muchas mujeres vienen a preguntarnos, quizá llamadas por el dinero, pero cuando ven todo lo que tienen que hacer, se echan para atrás”, reconoce Urries.

De hecho, los profesionales del sector aseguran que el pago de este dinero está marcado por los inconvenientes en el día a día que va a sufrir el paciente, como ausentarse del trabajo, desplazamientos… Y es que el altruismo es el verdadero motor de las donaciones.

Sin embargo, no son pocas las voces que ven en España una pequeña ‘fábrica’ de donantes impulsada por una legislación más permisiva que en otros países. Algunos ponentes de la última reunión de la Asociación Española de Bancos de Tejidos señalaban que el 50% de las donaciones de óvulos de la Unión Europea se producen en nuestro país.

Madres a los 40

Una de las principales causas que justifican la creación de bancos de óvulos viene marcada por la propia sociedad. En el año 2006, el 18% de los nacimientos en Aragón provenían de una madre mayor de 35 años. En 2010, ese porcentaje se había disparado hasta el 30%.

“A partir de los 40 años de edad comienzan a aparecer los problemas para tener un hijo”, señala Urries. En consecuencia, aumenta la demanda de óvulos donados. Los primeros bancos comienzan a crearse ahora ya que, hasta la nueva ley de 2006, no se podían congelar.

El año pasado, el 20% de las fecundaciones ‘in vitro’ de Aragón contaron con óvulos del banco de donaciones.