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CÓMO PREPARARSE PARA UNA FECUNDACIÓN IN VITRO



Mantener una alimentación equilibrada

Antes de iniciarse en un tratamiento FIV hay que prestar especial atención a la alimentación y dejar a un lado los alimentos basura, los azúcares, las grasas trans y reponer vitaminas y minerales.

Adopta una dieta que contenga muchas verduras de hoja verde, frutas, vegetales, calcio y proteínas. Opta también por hidratos de carbono integrales no refinados como el pan de trigo integral, de avena o de centeno. El proceso de refinado destruye una gran cantidad de nutrientes y aumenta los niveles de insulina en sangre.

Los ácidos grasos Omega 3, sobre todo el DHA, EPA Y DPA, se consideran muy beneficiosos y podemos encontrarlos en el pescado. Lo ideal es tomar dos raciones a la semana (340gr/semana) para que el cuerpo tenga un aporte adecuado. Lo recomendable es optar por aquellos pescados con bajo contenido en mercurio como el langostino, el camarón, el atún claro enlatado al natural, la trucha, el abadejo o el salmón. Otra opción vegetariana es optar por las semillas de lino o suplementos en cápsulas.

La suplementación con vitaminas prenatales que aportan ácido fólico, hierro, calcio y complejo vitamínico B podría también estar indicada. Eso sí, es importante dejarse asesorar por un especialista médico, ya que una hipervitaminosis inducida por un exceso tampoco es recomendable. Tampoco es recomendable iniciar una dieta muy restrictiva con pocas calorías o pocos carbohidratos, ya que de esta forma se podría poner en peligro el tratamiento FIV.

Practicar ejercicio con regularidad

Practicar ejercicio de forma moderada cada día es otro de los consejos fundamentales. El sobrepeso o unas condiciones físicas malas dan lugar a menores probabilidades de concebir un bebé en un ciclo de FIV. Caminar, practicar yoga u otra actividad puede ser un gran aliado de la fertilidad, ya que:

  • El ejercicio mejora la circulación sanguínea y la oxigenación de los sistemas corporales hasta un nivel celular.
  • La actividad física realizada de manera moderada es un gran reductor de estrés.
  • Además, mejora el equilibrio hormonal: hacer ejercicio de manera regular tonifica la musculatura, ayuda a regular la menstruación y reduce los síntomas premenstruales.
  • Recientes estudios han demostrado que inmediatamente después de realizar ejercicio físico, el nivel de endorfinas en sangre aumenta considerablemente. Se consideran hormonas de la felicidad, analgésicos naturales que combaten la depresión y ansiedad.

Dormir bien

Mantener un ciclo de sueño saludable es igual de importante que la nutrición. Por eso, es importante dormir un mínimo de 8 horas diarias. Para conseguir dormir bien necesitamos organizar nuestro sueño y hacerlo de forma responsable. Hay que irse dormir a la misma hora cada día y despertarse también a la misma hora, en la medida de lo posible. Para ello, fíjate un horario y oblígate a cumplirlo. Algunas aplicaciones móviles pueden ayudarte a través de notificaciones que llegan a la hora en la que debes irte a dormir. También calculan las horas reales que has dormido cada día o cómo ha sido tu sueño.

Otro consejo es intentar dormir con la habitación completamente oscura, ya que esto mejorará la producción de melatonina en tu cuerpo. La melatonina es una hormona que es de utilidad para el desarrollo saludable de folículos.

Alivio del estrés

El estrés es un factor que influye de manera considerable en el éxito de una FIV. Por eso, es importante aliviarlo y mantener la tranquilidad. Cada pensamiento negativo produce en nuestro cuerpo un mensaje químico que repercute en el sistema inmune o en el sistema endocrino, este último juega un papel muy importante en la fertilidad.

La incapacidad para concebir tras haberlo intentado durante un tiempo suele generar también en la pareja sentimientos de frustración, impotencia, fracaso y sensación de falta de control de la situación. Caminar, hacer yoga, el mindfulness, leer o simplemente hablar con nuestras amistades son algunas de las cosas que pueden ayudarnos a relajarnos.

Para ayudar en todo el proceso, en Barcelona IVF contamos con un equipo de psicólogos que apoyan a los pacientes desde el inicio del tratamiento.

Desarrollar estos consejos de nutrición y salud por un periodo mínimo de cuatro a seis semanas antes del primer ciclo de FIV, podrá repercutir positivamente en el tratamiento.