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Descubre qué parejas pueden optar a la inseminación artificial



Quizás uno de los dos miembros de la pareja tiene problemas reproductores. En el 30% de los casos, la esterilidad la sufre el hombre (alteraciones en el ámbito testicular, obstrucción de conductos, patologías en la próstata, alteraciones en la eyaculación o erección y alteraciones en el semen); en otro 30% de los casos son causas femeninas, como la menopausia precoz, la endometriosis, las obstrucciones o lesiones de las trompas de Falopio, anomalías uterinas y cervicales o los problemas ovulatorios. Y un 20 por ciento restante corresponde a causas mixtas o combinadas: los dos miembros de la pareja son responsables.

¿Qué es la inseminación artificial? ¿Tienes dudas? No te preocupes, se trata de una sencilla técnica con la que se deposita una muestra adecuada de espermatozoides en el tracto reproductor femenino; lo más frecuente es realizarlo en el interior de la cavidad uterina. Así se acorta la distancia que separa el óvulo y el espermatozoide y se facilita el encuentro entre ambos.

Eso sí, para que la inseminación artificial tenga éxito es imprescindible que al menos una de las trompas de Falopio sea permeable. Además, el semen del varón debe cumplir unos parámetros mínimos: en los centros IVI, la concentración de espermatozoides móviles debe superar los 3 millones.

Una vez detectado el problema original, es necesario tener información sobre qué parejas pueden optar por la inseminación artificial para convertirse en padres. ¿Quién puede recurrir a la inseminación artificial?

> Aquellas que desconocen el origen de su esterilidad. Se trata de esas parejas en las que –después de realizarse el estudio básico de esterilidad (incluye seminograma del varón y hormonas basales, ecografía e histerosalpingografía de la mujer) no se ha encontrado la causa.

> Parejas en las que la mujer no ovula de forma normal (algo frecuente en aquellas que padecen síndrome de ovario poliquístico) o que presentan defectos en el moco cervical.

> Y parejas en las que el varón presenta defectos leves en el semen. Por ejemplo, concentración o movilidad no adecuada (oligozoospermia o astenozoospermia) o bien, aunque es menos frecuente, anomalía en los genitales que impidan el coito o dificulten la eyaculación.

En este sentido, el equipo de IVI ayudará a los futuros padres y pondrá a su disposición cualquier prueba diagnóstica o tratamiento que necesiten. Siempre con el objetivo de darle el tratamiento personalizado que precisan y lograr ese embarazo tan deseado.