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La importancia de la preservación de la fertilidad



Este símil sirve para entender que le ocurre al ovario femenino. Se nace con una cantidad predeterminada de óvulos, y estos se irán gastando a lo largo de la vida sin que la mujer pueda hacer nada por evitar el gasto. Cuando el ovario es joven la cantidad de óvulos de calidad será superior a los “poco apetecibles”. Este proceso irá invirtiéndose a lo largo de la vida y cuanta más edad cumple la mujer la proporción de óvulos excelentes irá disminuyendo en relación a los de peor calidad. Estos óvulos de “peor calidad” provocaran una disminución de la fertilidad y un aumento de abortos.

Hoy se abre en España una nueva posibilidad de conservar la fertilidad mediante la congelación de óvulos cuando estos siguen teniendo calidad. Está demostrado que los óvulos congelados mantienen su potencial reproductivo cuando son descongelados y sometidos a técnicas de reproducción asistida. Claro está que esto ocurre cuando el material que se congela es bueno, por eso este tipo de actuaciones no deben diferirse a edades muy tardías. Las clínicas españolas de reproducción son de las mejores del mundo y deben estar autorizadas para realizar este tipo de tratamientos de preservación de la fertilidad, lo que aumenta las garantías sobre los tratamientos. Podríamos decir que ninguna mujer a la que “se le pasa el arroz” debería tener problemas por calidad ovocitaria existiendo las técnicas de congelación de óvulos. Todas las mujeres mayores de 35 años deberían tener información sobre la influencia de la edad en sus ovarios y las técnicas existentes para preservar su fertilidad.

Es sabido que independientemente de la raza, actividad, condición social, etc… a partir de los 35 años la mujer disminuye sus posibilidades de quedar gestante tanto espontáneamente como con técnicas de reproducción asistida. Esta curva descendente de fertilidad aumenta con los 37 años y cae drásticamente a partir de los 40 años.

Esta situación es dramática en la sociedad actual, donde la incorporación al mercado estable de trabajo ocurre por encima de los 30 años y en época de crisis no hay ni mercado estable de trabajo. Actualmente se busca el primer embarazo muy por encima de los 30 años y el segundo por encima de los 34 años. Muchas mujeres no tienen pareja o deseos gestacionales cuando tienen menos de 35 años. A estas mujeres su futuro reproductivo se les presenta complicado, con altas tasas de consultas por esterilidad y muchos de los casos de difícil solución por problemas de cantidad o calidad de los ovocitos.