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Las mujeres con cáncer de mama, las que más preservan la fertilidad



Las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama en edad reproductiva -entre los distintos tipos de cáncer que afectan a la mujer- son las pacientes que con más frecuencia vitrifican sus óvulos para no perder la oportunidad en el futuro de ser madres, según datos de la clínica Ginefiv.

Esta cifra ha aumentado en los últimos cinco años, debido principalmente a la información previa al tratamiento que se facilita por parte de los equipos médicos que atienden a la paciente oncológica (ginecólogos, cirujanos y oncólogos), siendo dicha información clave para el futuro reproductivo de las mujeres que pasan por un cáncer de mama.

El próximo viernes, 19 de octubre se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, el tumor más frecuente entre la población femenina en España. De hecho, en nuestro país se diagnostican unos 26.000 casos al año, lo que significa casi el 30% de todos los tumores del sexo femenino, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Gracias a los últimos avances y tratamientos en el campo de la reproducción asistida es posible que, en la actualidad, las mujeres que son diagnosticadas con cáncer de mama, muchas de las cuales son pacientes jóvenes y sin haber completado su proyecto reproductivo, tienen la posibilidad de preservar la fertilidad antes de someterse a tratamientos quimioterápicos que mermarán su capacidad reproductiva. A través de las técnicas de vitrificación de ovocitos, se permite conservar sus óvulos congelados, para que puedan ser fecundados en un futuro y una vez superada la enfermedad.

Más posibilidades con diagnósticos tempranos

El diagnóstico precoz en los procesos oncológicos de la mama es vital, pues el pronóstico y las expectativas de curación total de las mujeres mejora. Además, la información de los profesionales a la paciente acerca de la posibilidad de preservar su fertilidad hace que, en muchos casos, el tratamiento posterior sea solo un paréntesis en mujeres que por el cáncer han tenido que posponer sus deseos de tener un hijo.

“Para preservar la fertilidad en estas pacientes, lo importante es que el proceso sea ágil y rápido, de manera que puedan comenzar sus tratamientos oncológicos o ser intervenidas lo más pronto posible. Por ello, en reproducción asistida se utilizan protocolos de estimulación ovárica adaptados e individualizados en función de la paciente y del tipo de tumor” explica la Dra. Victoria Verdú, coordinadora de Ginecología de la clínica Ginefiv.

“Aunque es necesario estudiar cada caso en particular, es importante que la mujer se encuentre en una etapa temprana de la enfermedad, valorar su situación clínica y las posibilidades de recurrir a esta técnica, así como otros factores que pueden influir, como la edad o el inicio del tratamiento oncológico, entre otros”, añade la doctora.  

Esta técnica consta de una primera fase de estimulación ovárica que se realiza de manera controlada por el especialista en reproducción asistida. Después, se extraen los ovocitos que han madurado mediante punción y, por último, los óvulos maduros recuperados en el laboratorio son crioconservados en nitrógeno líquido y a bajas temperaturas hasta el momento en que la paciente pueda utilizarlos. La técnica permite mantener las mismas características que tenían los óvulos en el momento de su congelación, según explica la Dra. Victoria Verdú.

La Fundación Ginefiv ofrece, desde hace una década, tratamientos de preservación de la fertilidad gratuitos para pacientes oncológicos.