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Nace el primer bebé gracias a un trasplante de útero de una donante fallecida



Este nacimiento demuestra que los trasplantes de útero de donantes fallecidos son factibles y pueden multiplicar el acceso a la maternidad de las mujeres con infertilidad uterina sin la necesidad de recurrir a los pocos donantes vivos.

Imagen eliminada.

El equipo médico mira al bebé recién nacido. / HANDOUT (REUTERS)

Según el estudio que publica la revista médica The Lancet, la receptora de este primer trasplante de una donante muerta es una mujer de 32 años, que nació sin útero.

La donante tenía 45 años cuando murió de una hemorragia cerebral. Su útero se trasplantó en la receptora en una operación quirúrgica que duró 10 horas. Y, cinco meses después del trasplante, el útero no mostró signos de rechazo y la receptora tenía una menstruación regular. Fue entonces cuando los óvulos fertilizados se implantaron con éxito y, finalmente, la niña nació a las 35 semanas, con un pesó de 2.550 gramos.

Infertilidad

La infertilidad afecta al 15% de las parejas en edad reproductiva y, de este grupo, una de cada 500 mujeres sufre anomalías en su útero que impiden la maternidad.

Antes de la llegada de los trasplantes de útero, las únicas opciones disponibles para tener un hijo eran la adopción o los llamados “vientres de alquiler”. Pero ahora, además, “el uso de donantes fallecidos podría ampliar enormemente el acceso a este tratamiento, y nuestros resultados proporcionan una prueba para esta una nueva opción para las mujeres con infertilidad uterina”, ha explicado el doctor Daniel Ejzenberg, de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo, que ha dirigido esta nueva investigación.

Los primeros trasplantes de útero de donantes vivos fueron un hito médico, pero los donantes son muy escasos. Sin embargo, el número de personas dispuestas a donar sus órganos después de su propia muerte es mucho mayor y esto ofrece una población potencial de donantes mucho más amplia.