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Primera Ecografía de embarazo tras los Tratamientos de Fertilización in Vitro



Dr. Joaquín Llácer, Co-Director Médico. Medicina Reproductiva del Instituto Bernabeu.

Confirmación de embarazo tras FIV y Donación de óvulos (Ovodonación). La primera ecografía en la que podemos apreciar el embarazo, constituye uno de los momentos más emotivos en la vida de todos los padres. Esta situación es especialmente relevante en las pacientes sometidas a tratamientos de reproducción asistida, en estas parejas, tras comunicarles el resultado positivo de la prueba de embarazo, la ansiedad no desaparece sino que se intensifica hasta el momento de comprobar que la gestación se ha establecido con normalidad.  Por tanto es muy importante conocer las características de dicha exploración, así como aquello que podemos esperar encontrar en ese momento.

¿Cuando realizarla?

Se debe realizar entre la 5ª y la 7ª semana de gestación, es decir entre 3 y 5 semanas tras la transferencia de los embriones. Para llevar las cuentas en un embarazo tras FIV, siempre fijamos una última regla teórica 14 días antes de la extracción de los ovocitos.

Un mes justo tras la transferencia de los embriones es un momento magnífico para realizar la ecografía y apreciar con claridad si el embarazo está siendo evolutivo. Realizarla antes, puede crear confusión e incertidumbre ya que en la mayoría de los casos el resultado no es concluyente.

¿Cómo realizarla?

La ecografía debe realizarse por vía vaginal. De esta manera podremos apreciar las imágenes con mayor nitidez, siendo más precisos para confirmar que todo esta evolucionando adecuadamente. Además sabemos que la realización de la ecografía por esta vía no produce ningún efecto negativo sobre el embarazo.

 ¿Por qué es importante realizar una ecografía en la semana 6ª7ª?

Confirmamos que el embarazo se encuentra alojado en el interior del útero y por tanto descartamos que se trate de un embarazo ectópico (localizado fuera del útero).
Averiguamos si se trata de una gestación única o múltiple.
Nos permite valorar que la evolución del embarazo es la adecuada. En el caso en el que la gestación no evoluciona de forma favorable nos orienta hacia la causa del problema.

¿Qué veremos en la ecografía?

En la primera ecografía tras el ciclo de FIV realizada en la semana 6ª-7ª de embarazo observamos las siguientes estructuras:

  1. Saco Gestacional. Es la estructura que aparece de forma más precoz. Se trata de una imagen sin ecos (oscura) rodeada por un halo ecorrefringente (blanco) localizada en el interior del útero (concretamente en el endometrio que hemos visto engrosarse en las ecografías realizadas durante la estimulación ovárica). El tamaño medio en la semana 6ª es de unos 14 Mm… pero hay una gran variabilidad por lo que un saco más pequeño o incluso mucho más grande no se considera una anomalía relevante.
  2. Vesícula Vitelina.  Se trata de una estructura vestigial que aparece al comienzo del desarrollo embrionario. Su forma, una circunferencia de color blanco, nos recuerda a los folículos de la estimulación. Su tamaño medio está entre 3 y 4 mm y considerándose de mal pronóstico cuan el diámetro es superior a 6 milímetros.
  3. Latido Cardiaco. Suele apreciarse a partir de la semana 6ª. La frecuencia cardíaca media en ese momento se sitúa entre 90 y 110 latidos por minuto y va en aumento en las siguientes semanas.
  4. Botón Embrionario. Lo constituyen una masa de células embrionarias que originaran todos los órganos del embrión. Aparece como una estructura pegada a la vesícula vitelina. En la semana 6ª en ocasiones todavía no es evidente y su tamaño suele estar entre 2 y 8 mm. Tiene una gran variabilidad ya en esa fase crece muy rápidamente (1 mm de crecimiento diario)

En el caso en el que no se puedan apreciar las estructuras o su tamaño no sea el esperado. ¿Significa que el embarazo se ha perdido?

Debemos ser cautos en la interpretación de los hallazgos ecográfícos en este momento ya que hay una serie de circunstancias nos pueden inducir a diagnósticos erróneos:

  1. La gran variabilidad en el desarrollo normal del embrión. A pesar de situarnos en etapas muy precoces, existe una gran variabilidad en la aparición de los hallazgos ecográficos por lo que en muchas ocasiones la sospecha diagnóstica debe ser confirmada unos días mas tarde.
  2. Diferencias en la calidad de la imagen en función de la paciente. Cada paciente tiene unas propiedades distintas a la transmisión de los ultrasonidos en sus tejidos por lo que las imágenes pueden ser confusas si dicha transmisión no es buena.
  3. Localización del útero y del saco gestacional en su interior. En función de la distancia entre la sonda ecográfica y el saco gestacional, la imagen puede ser mas o menos nítida lo que puede influir en que el resultado no sea concluyente.