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Qué es el embarazo ectópico y cómo afecta en reproducción asistida



Hay algunos términos alrededor de la reproducción asistida que se repiten con más o menos asiduidad. Desde URE Centro Gutenberg hacemos un gran esfuerzo por aclarar todos estos conceptos a nuestras pacientes, como puedes observar repasando nuestro blog. Hoy queremos hablarte del embarazo ectópico, y explicarte bien qué es y cómo te afecta en temas de fertilidad, para resolverte cualquier duda.

Qué es el embarazo ectópico

Hablamos de embarazo ectópico cuando el embrión se implanta fuera de la cavidad endometrial del útero. La localización más frecuente es en las trompas de Falopio, lo que ocurre aproximadamente en el 95% de los casos. Con menos frecuencia ocurre también en el cuello uterino, en el cuerno uterino, en la cavidad peritoneal y en el ovario.

El embarazo ectópico afecta a uno de entre doscientos o trescientos embarazos, y ha aumentado en las últimas décadas. Se piensa que guarda relación con hábitos nocivos para la fertilidad como el tabaquismo, con la enfermedad inflamatoria pélvica, y con tratamientos de reproducción asistida como la inseminación artificial o la fecundación in vitro (FIV).

En décadas pasadas era una importante causa de mortalidad materna. Pero hoy en día, con las actuales técnicas diagnósticas (como la ecografía y el análisis en sangre de la Beta hCG), los diagnósticos de embarazo ectópico son más precoces, lo que ha permitido disminuir la mortalidad por esta causa.

Existe una condición muy rara, llamada embarazo heterotópico, que consiste en la implantación simultánea de un embrión en la cavidad uterina, y de otro fuera de la cavidad. Esto se produce en dos de cada diez mil embarazos.

Cuáles son los factores de riesgo de embarazo ectópico

Podemos hablar de determinadas situaciones que parecen favorecer la aparición del embarazo ectópico. Algunos ejemplos serían:

  • Antecedentes de enfermedad inflamatoria pélvica.
  • Haber padecido una enfermedad de transmisión sexual.
  • Antecedentes de cirugía pélvica y abdominal, como la ligadura de trompa o la apendicitis.
  • Haber tenido un embarazo ectópico previo.
  • Padecer endometriosis.
  • Tener miomas uterinos.
  • Llevar un dispositivo intrauterino (DIU).
  • Ser fumadora: hay estudios que multiplican por dos el riesgo cuando se fuma más de 20 cigarrillos al día.
  • Tratamientos de fecundación in vitro. Se piensa que el aumento del tamaño de los ovarios (pudiendo distorsionar la anatomía de las trompas) y de los niveles hormonales puede provocar un aumento en la incidencia.

Cuáles son los síntomas del embarazo ectópico

Cuando hay un embarazo ectópico, en su etapa inicial los síntomas coinciden con los de un embarazo normal, como náuseas, ganas de orinar frecuentemente, somnolencia, molestias abdominales, etc. Sin embargo, a medida que avanza la gestación y esta se complica, hay síntomas más específicos que nos ponen en alerta, como por ejemplo:

  • Dolor abdominal intenso.
  • Sangrado vaginal.
  • Debilidad y sensación de desmayo.
  • Dolores en los hombros.
  • Presión anal.
  • Tensión baja.

Cómo se diagnostica un embarazo ectópico

Cuando el embarazo tiene entre cuatro y cinco semanas desde la última regla segura, o cuando la Beta hCG en sangre es mayor de 800-1000 mUI/ml, el saco gestacional se debe ver en una ecografía vaginal. Si no se observa el saco gestacional, debemos sospechar un embarazo ectópico.

La conducta en estos casos pasa por repetir la ecografía y la analítica de Beta hCG en 48 horas, para confirmar o descartar el diagnóstico. Muchas veces es posible visualizar el saco gestacional fuera del útero, pero esta condición no siempre es necesaria para hacer el diagnóstico de gestación ectópica.

La laparoscopia es también una herramienta para el diagnóstico, pero actualmente, con las ecografías precoces y las determinaciones seriadas de Beta hCG, ha disminuido la indicación de laparoscopias como diagnóstico.

Cómo es el tratamiento de un embarazo ectópico

El tratamiento siempre dependerá del estado de la paciente, así como de la precocidad del diagnóstico. Existen tres posibilidades:

  • Tratamiento expectante. Consiste en observar la resolución espontánea del embarazo, lo que sucede hasta en el 70% de los casos. Para esto es necesario que la paciente esté en buenas condiciones generales, estable y asintomática, y que sea posible un control periódico ecográfico y de analíticas de sangre.
  • Tratamiento médico. Consiste en la administración intramuscular de metotrexato, un antineoplásico que produce la detención del desarrollo del embarazo. Este tratamiento es posible en pacientes estables, asintomáticas, con niveles de Beta hCG menores a 5.000 mUI/ml, ausencia de sangre en el abdomen e imagen menor a 3.5 cm en la ecografía.
  • Tratamiento quirúrgico. Generalmente es por laparoscopia, y el tratamiento es variable desde una salpingostomía (apertura de la trompa y limpieza de esta), o salpinguectomía (extirpar la trompa), drene de la trompa, etc. La técnica dependerá del estado de la trompa en cuestión. La cirugía también es el tratamiento de elección para las otras localizaciones del embarazo ectópico, como peritoneo abdominal, cornual, ovárico o cervical.

Cómo es el pronóstico después de un embarazo ectópico

La mayor parte de las mujeres pueden tener hijos después de haber sufrido un embarazo ectópico en el embarazo anterior. Sin embargo, algunas de sus posibles causas y/o efectos pueden ocasionar infertilidad. Es importante que tengas en cuenta que existe un riesgo de recidiva, es decir, que vuelva a pasar, de un 20 a 40%, lo que dependerá del tratamiento utilizado y de las condiciones clínicas de cada paciente.