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¿Cómo tener fuerzas para un nuevo tratamiento de fertilidad?



Aceptación

Fue algo que me ayudó mucho. Aceptar que lo que estaba viviendo era horrible, pero era lo que me tocaba. Podría buscar un adjetivo más suave, pero creo que esa es la palabra que define el conjunto de todo lo que viví durante los tres años que duró la búsqueda del segundo.

Hubo tantas lágrimas, tanta desesperación, tanta sensación de vergüenza por seguir y no conseguirlo, por temor a estar perdiendo el norte, en fin, tantos sentimientos dolorosos…

Pero aceptar que la única manera de lograr un embarazo a término era continuar a pesar de lo mal que me sentía fue determinante para poder seguir.

O aguantaba el dolor o me quedaba sin el niño. Así de sencillo

Amor a mí misma

Siempre que podía me cuidaba. Me di cuenta que estaba en una situación vulnerable y necesitaba todos los mimos y cuidados posibles: no hablo de gastar más o menos, hablo de descansar, hace rejercicio, comer bien, practicar afirmaciones positivas, intentar que la semanas de tratamientos y betaespera estuvieran lo menos cargadas posible de asuntos extras (hacía lo que tocaba pero no más)

Yo, yo y yo. Es mi momento

Era el momento de vivir con el menor estrés posible.

Todo esto no fue posible en los cuatro años y medio que estuve con tratamientos para tener a mis tres hijos, pero siempre que pude, lo puse en práctica. Y claro cuando pude me di un masaje, hice un viaje, me fui al cine e incluso hice terapia. Estamos invirtiendo tantísimo dinero en los tratamientos de fertilidad que queremos ahorrar en el resto de cosas que no son pura medicina y no nos damos cuenta de que realmente la cantidad es ínfima comparada con la cuantía global y sobre todo que esa inversión nos da a cambio mucho calorcito para el corazón que es lo que más necesitamos en esos momentos.

Visión biológica

Esto es lo mejor de lo mejor. Se lo dijo una gran ginecóloga a una de sus pacientes y ella nos lo transmitió en un foro. Para mí se ha quedado como una de las grandes frases de apoyo en reproducción asistida:

El comienzo de un embarazo es un hecho puramente metabólico

O sea que si el embrión encuentra el ambiente que necesita se quedará y si no lo encuentra, dejará de crecer.

Olvídate de si estás alegre o si estás triste, si estás nerviosa o si estás atacada; el embrión sólo necesita que el endometrio le de lo que necesita y si es así, no te preocupes por tu positividad o negatividad durante el proceso. Olvídate de úteros frios u hostiles y demás frases que nos sueltan.

Así es que fuera culpabilidades y deja que la biología haga su trabajo mientras tú haces lo que puedes con tus emociones.

Si te parece que este día post puede ayudar a alguien a tener fuerzas para su próximo tratamiento de fertilidad, por favor mándaselo o compártelo en tus redes sociales. Muchas gracias

Eva María Bernal