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El sueño durante el embarazo. De los brazos de Morfeo a las noches en vela



Sin embargo, esta sensación no será una constante durante los nueve meses porque de la misma manera que las hormonas te dejan caer sobre los brazos de Morfeo en el primer trimestre, las ganas de hacer pis, la acidez estomacal y los movimientos fetales a partir del segundo, pueden declararle la guerra a tu descanso nocturno.

Los trastornos del sueño durante el embarazo son comunes a casi todas las mujeres que esperan un bebé. La progesterona, la hormona reina del embarazo, ve triplicados sus valores en el cuerpo de una gestante, lo que produce una serie de consecuencias como es el efecto sedante sobre el cerebro de la futura mamá. “El primer trimestre es el momento más duro en cuanto al sueño, pues sobreviene de repente y a deshora. Es la consecuencia directa del impacto que tiene la hormona femenina por excelencia, sobre la embarazada. Con el paso de los días la carga hormonal es similar pero el cuerpo se va habituando al efecto sedante”, comenta la doctora Laura Fernández, ginecóloga de IVI Murcia.

Descansar es tan importante como alimentarse adecuadamente y tener hábitos saludables, sin embargo es tarea difícil conseguirlo porque generalmente la embarazada se debe a su trabajo y a su familia, por lo que dormir, pese a ser una prioridad, a veces es una utopía. “La falta de sueño afecta directamente a la capacidad de concentración, al humor y a la vida en general. Además muchas embarazadas se sienten angustiadas e incomprendidas por su entorno cuando le recriminan que siempre está durmiendo. Por eso es muy importante que tanto la pareja como la familia favorezca el descanso de la futura mamá y respete sus tiempos, porque va en beneficio de ella y de su bebé” aconseja la doctora Fernández. Pero no todo es sueño lo que acontece en el periodo gestacional, sino que el insomnio es otra de las consecuencias del embarazo. Sucede cuando los cambios físicos le ganan la guerra a la progesterona y pueden más sus efectos que los de la hormona.

Comentarios típicos de esta etapa que comienza a finales del segundo trimestre suelen ser: “Yo acostumbraba a dormir boca abajo y ahora no pego ojo”, “Anoche me levanté tres veces a mear”, “Cuando por fin me iba a dormir a mi bebé le entró el hipo y me dieron las 3 de la madrugada”, “No sé qué me pasa que me despierto a las 5 de la mañana y ya no me puedo volver a dormir”. El nerviosismo que genera ser mamá primeriza es otro agente que afecta directamente al sueño. “Las mujeres que esperan la llegada de su primer hijo son muy cuidadosas con todo lo que concierne a su embarazo y se preocupan mucho porque todo esté en orden y preparado para cuando su bebé llegue al mundo. Este deseo puede desencadenar una obsesión por controlar todo lo que está por llegar y afectar directamente sobre el descanso, pues todos sabemos que los problemas se hacen más grandes por la noche y los miedos y las preocupaciones también”, recuerda la doctora Fernández. Un buen aliado para el descanso puede ser el deporte porque ayuda a liberar el estrés y a conciliar mejor el sueño. Cenar temprano y orinar antes de acostarse también son dos consejos incuestionables. Pero hay algo que la embarazada no puede olvidar y ese algo es que pese a todos los obstáculos con los que se pueda encontrar a la hora de irse a la cama, en su mente debe de imperar el pensamiento positivo de que muy pronto su bebé estará en sus brazos y todo volverá a ser como antes. Hasta que llegue ese momento sólo queda esperar.

¿Con qué sueña una embarazada?

El embarazo otorga ciertos poderes oníricos muy curiosos. La futura mamá es capaz de soñar despierta y dormida. Cuando lo hace despierta se llama fantasía y siempre suelen estar relacionadas con la inseguridad sobre la nueva condición de mamá y toda la responsabilidad que eso conlleva. Estas fantasías a veces se repiten en los sueños, mostrándote como una persona incapaz de enfrentar la responsabilidad asociada al hecho de ser madre, olvidando cosas elementales como alimentar a tu bebé, olvidar las consultas con el pediatra, o incluso olvidándote al bebé en cualquier lugar. La sexualidad es otra de las temáticas recurrentes durante el período gestacional. Por motivos puramente hormonales la mujer se siente más predispuesta al sexo y eso se refleja también en los sueños.

CONSEJOS PARA DORMIR MEJOR

– Poco o nada de cafeína.

– Cenar temprano, dando tiempo a tu organismo a hacer la digestión.

– Infusión de tilo después de cenar para templar el cuerpo y favorecer el descanso.

– Orinar antes de acostarse, evitando así un paseo de más al servicio.

– Tumbarse sobre el costado izquierdo para no presionar la vena cava.